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Les Miserables siglo XXI y Región IV: castigo sin crimen, crimen sin castigo

Probablemente ya los lectores de este blog han leído (u oído o sabido) de la película Presunto Culpable, de los abogados Roberto Hernández, Geoffrey Smith y Layda Negrete. Ayer Juan Ciudadano en su espacio en el Periódico Reforma hace un comentario sobre esta película.

IMCO hizo hace algunos años un análisis sobre el crimen en México, utilizando información disponible en ese momento. Solamente el 1% de los crímenes se castiga en el país, y el crimen genera secuelas irreparables en la sociedad; la gente cambia su lugar de residencia, altera su rutina y hasta sus actividades productivas.

Usando un modelo probabilístico, llegamos a la conclusión que las penas draconianas serían altamente inefectivas. Es necesario que se castigue un mayor porcentaje de los delitos para tener un efecto disuasivo en el negocio de los criminales. La teoría atrás de esto fue desarrollada en 1968 por el premio Nobel de economía Gary Becker: el crimen es una empresa que paga y bastante bien. En la medida en que se eleven los costos y reduzcan las utilidades de la empresa criminal, hay disuasión del delito.

Sin embargo, el estudio de IMCO en 2005 pasó algo por alto: que nuestro sistema de justicia no solamente incurre en el error estadístico tipo II (dejar pasar como bueno a un malo); también incurrimos en el error estadístico tipo I: cárceles llenas de gente inocente, que sin deberla ni temerla acabaron en el tambo simplemente porque no tuvieron los recursos económicos para ‘aceitar’ al sistema de impartición de justicia.

Al joven mexicano protagonista de Presunto Culpable le achacaron un crimen que nunca cometió; un homicidio que ocurrió a varios kilómetros del puesto del tianguis que atendía. Lo agarraron cruzando un eje vial, sin deberla ni temerla. Resolvió su situación gracias a la ayuda de los abogados y al hecho de que el sistema permitió que se filmara el proceso.

La presunción de culpa con la cual en México encarcelan a gente sin que hayan pasado por un juicio, nos pone a pensar seriamente en lo podrido que está el sistema. Vayan a ver la película. También, Hernández, Smith y Negrete tienen un esquema de donaciones a través de las causas inscritas en la red social Facebook. Si suficiente gente dona dinero, se pueden hacer las copias de la película necesarias para que se vea en Puebla, cuna del ‘exgober’ precioso, ‘héroe de la película’ de aprehensión ilegal de la periodista Lydia Cacho por sus investigaciones de pederastia en la alta sociedad poblana.

Este último caso lleva a la cuestión aterradora: si los inocentes están en la cárcel, los culpables andan libres. Está de la chiluca.