Ana Laura Martínez

A pesar de las distintas olas de reformas, México enfrenta hoy un gran número de distorsiones al funcionamiento de su economía. En particular, poco o nada se ha hecho para solucionar las distorsiones que el sistema fiscal y la regulación laboral imponen a nuestra economía en detrimento de la productividad y una mejor distribución del ingreso.

La combinación de una mala distribución del ingreso, una alta dependencia del sector económico informal y un diseño fiscal que falla en reconocer lo anterior se refleja en los altos índices de evasión de la mayoría de los impuestos que se reflejan en los altos costos de pertenecer al sector formal. En breve, nuestra propuesta argumenta que la progresión de tasas impositivas que impone el Impuesto sobre la Renta (ISR) a asalariados en México no reconoce la distribución del ingreso y el alto nivel de informalidad en los primeros deciles. Como resultado, impone altas tasas a individuos con ganancias muy pequeñas fomentando la informalidad, generando evasión y rompiendo el principio de equidad vertical.
En este contexto, el IMCO analiza el esquema actual del impuesto sobre la renta de las personas físicas a la luz de la informalidad, la eficiencia recaudatoria y la relación del gravamen con los principios de equidad tributaria para presentar una propuesta de reforma a las alícuotas del ISR a asalariados con miras a reducir los incentivos a la informalidad en los primeros deciles de ingreso, facilitar la recaudación y mejorar la capacidad redistributiva de dicho impuesto.

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