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La estrategia energética de la 4T

El tema de esta semana, de nuevo impuesto por el Presidente en su conferencia mañanera del lunes, es la industria eléctrica y la CFE. Acompañado de Manuel Bartlett, el Presidente se lanzó contra la participación de privados en la generación eléctrica. Describiendo lo que pareciera una tragedia, el director de la CFE denunció al neoliberalismo como responsable de que la CFE genere “nada más 50 por ciento de la energía”. El nuevo gobierno cree, por principio, que la CFE debe tener el monopolio de la generación, transmisión y distribución de electricidad, aunque sea más caro, y considera una traición a la patria que privados generen energía más limpia y más barata.

Estas afirmaciones, como se viene haciendo costumbre, dejan ver una falta de conocimiento acompañada de dogmatismo. Bartlett omite mencionar que, en el 2018, la electricidad que CFE compró a través de las subastas fue 20% más barata que la que generan sus propias plantas y mucho más limpia. Más allá de las declaraciones sin fundamento, lo preocupante son las acciones del gobierno para eliminar los mecanismos que habilitan la existencia de esa energía más barata y limpia.

El gobierno canceló la 4a. Subasta de Largo Plazo para generación de electricidad, de facto perjudicando la generación privada, ya que las empresas generadoras no podrán firmar contratos a largo plazo limitando su capacidad de inversión. La generación se liberalizó, empezando en 1996, porque el Estado mexicano no tiene los recursos suficientes para las inversiones que el sistema eléctrico requiere. Esto permite que privados, nacionales y extranjeros invirtieran en capacidad de generación, y que le vendan la energía generada a CFE en subastas que le permiten adquirir energía cada vez más barata.

Este mecanismo detonó un auge de inversión en energías renovables que estaba encaminándonos a ser una potencia mundial. Entre 2015 y 2017 se cuadruplicó la capacidad instalada de energía solar y eólica. Actualmente, como resultado de la 3a. Subasta, CFE compra la energía eólica más barata del mundo y la segunda energía solar más barata. Este sistema genera energía barata y limpia, fundamental para el desarrollo económico.

Estos ahorros no se han reflejado en las tarifas eléctricas que pagamos los mexicanos por diversas razones. Apenas operan 10 proyectos de generación producto de las subastas. Toma años construir una nueva planta de generación. Seguimos generando electricidad con capacidad vieja e ineficiente que se vende a tarifas subsidiadas, lo que hace que la CFE pierda 60 mil millones de pesos al año, 26 mil millones de pesos de esta pérdida vienen del robo y no pago de electricidad; a pesar de esto, el Presidente anunció que habrá “borrón y cuenta nueva” para más de 500 mil usuarios tabasqueños que adeudan más de 8 mil millones de pesos. El dinero de los mexicanos debe de ser utilizado para construir hospitales y escuelas, o entrenar policías, no para construir centrales eléctricas. Esperemos que esto no acabe en escasez de electricidad porque para la electricidad no hay pipas.

Publicado por El Heraldo de México
14-02-2019