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Trump y los datos biométricos

FOTO: OMAR MARTÍNEZ /CUARTOSCURO.COM

La noche del martes, el presidente Trump se dirigió -por primera vez desde la oficina oval- al público estadounidense. En su discurso, como lo ha hecho desde la campaña, volvió a posicionar a la migración como el principal problema que enfrenta EU. El tema central del discurso fue pedir dinero al congreso demócrata para su muro, aceptando que México no lo pagará. Sorpresivamente, su tono fue distinto a otras ocasiones: no atacó a México ni culpó al país por no detener los flujos de migrantes centroamericanos. ¿Qué provocó este cambio de actitud? Dos eventos, aparentemente aislados, podrían develar algunas pistas.

El primero es una investigación del The Washington Post (WP), publicada en abril, que describe un programa del gobierno estadounidense para recolectar información biométrica de migrantes centroamericanos en territorio mexicano. El diario afirma que agentes del Departamento de Seguridad Interna (Homeland Security) operan en centros de detención del Instituto Nacional de Migración en Iztapalapa y Tapachula donde instalaron equipo propio para recabar datos biométricos (dactilares, fotográficos y oculares). Éstos son inmediatamente enviados a varias agencias en EU para identificar extranjeros de interés especial. En los 13 meses previos a la publicación, se habían recabado datos de más de 30 mil migrantes centroamericanos.

La investigación afirma que el programa estaba en proceso de expansión para tener la capacidad de recabar los datos e investigar a todos los migrantes detenidos por autoridades mexicanas para lo cual contaba con un presupuesto de 75 millones de dólares de Iniciativa Mérida. El WP afirma que el programa estaba en proceso de instalar el mismo equipo y dotar de agentes a los centros de detención en Reynosa, Mexicali y Tijuana.
Por otro lado, esta semana en la reunión de Embajadores y Cónsules, la secretaria de Gobernación,Olga Sánchez Cordero, afirmó que va poner orden al proceso migratorio en México.

En su participación, precisó que se van a reforzar los 12 puntos de ingreso en la frontera, evaluar y crear nuevos cruces fronterizos; y vigilar y controlar (¿con la Guardia Nacional?) los 370 cruces ilegales que se tienen identificados. También señaló que el INM recabará datos biométricos de forma obligatoria de las personas que pretendan ingresar a México, los mismos datos biométricosque el WP reveló se están compartiendo con el gobierno de EU. Por el momento, no existe información que vincule las revelaciones del WP y las declaraciones de la secretaria de Gobernación, pero tantas coincidencias levantan dudas. ¿Cuál es la razón de levantar esos datos y qué va a hacer el INM con ellos? ¿Quién va a poner/pagar el equipo para levantarlos? ¿Habrá agentes del Departamento de Seguridad Interna de EU en la frontera sur? ¿El nuevo tono de Trump está relacionado a esta nueva cooperación, así como el programa Permanecer en México?

Publicado por El Heraldo de México
10-01-2019