Este 5 de abril, el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó su estrategia para hacer frente a los impactos económicos de la pandemia de COVID-19 en México. El plan de reactivación económica que escuchamos es decepcionante. Las propuestas presentadas serán insuficientes para recuperar el dinamismo económico, proteger los ingresos de las familias y los puestos de trabajo.
Lo que necesitábamos escuchar este domingo era un mensaje de solidaridad del Estado con las familias, las trabajadoras, trabajadores y los pequeños negocios. Sin embargo, escuchamos a un Estado más preocupado por mantener una inflexible política de austeridad, proyectos de infraestructura que no abonarán al rescate económico ni a la recuperación de mediano plazo, y una mal entendida responsabilidad fiscal.
Ante el reto económico global más grande de las últimas décadas, lo que observamos es un Gobierno pequeño. La crisis mundial es de magnitudes extraordinarias y se necesita una respuesta integral de la misma magnitud. No obstante, hasta hoy las propuestas ofrecidas son insuficientes. El presidente desperdició una oportunidad histórica para transitar de un plan de responsabilidad fiscal inflexible a uno de responsabilidad social urgente, de la austeridad a la solidaridad.
¿Qué propuestas presentó el Ejecutivo federal? ¿Es lo que necesita México?
Programas sociales y transferencias monetarias a familias