Ciudad de México, 31 de enero de 2018.- Todos los partidos políticos, y muchas de nuestras instituciones, están en un momento crítico: las y los ciudadanos difícilmente les creemos, y ya no soportamos más simulaciones.
Estamos cansados, muy cansados, de los escándalos de corrupción, de la impunidad rampante, de las violaciones a los derechos humanos.
El primer paso para cambiar esta dolorosa realidad es que en México deje de importar quién seas y de dónde vengas; queremos que la justicia sea la misma para todos.
Para conseguirlo, no hay duda, necesitamos transformar la anacrónica PGR en una Fiscalía autónoma, eficaz e independiente, protegida por la Constitución.