¿QUÉ MIDE?
El subíndice de Sociedad mide la calidad de vida de los habitantes a través de tres áreas: educación, salud e inclusión. Estas dan un indicio de las oportunidades que existen para formar, atraer y aprovechar el capital humano de una ciudad. Incluye indicadores de cobertura educativa, oferta médica y servicios de salud, condiciones socioeconómicas, pobreza y desigualdad. Una ciudad que ofrece calidad de vida para toda su población es mucho más atractiva para el talento y la inversión.
¿QUÉ SE ENCONTRÓ?
Todos los grupos de ciudades de acuerdo al número de habitantes experimentaron un retroceso en su puntaje promedio respecto a la edición pasada del ICU en el subíndice Sociedad. Únicamente tres ciudades de la muestra tienen una competitividad alta en el subíndice y la mayoría tiene una competitividad media alta o media baja. No obstante, el resultado promedio de todas las ciudades evaluadas mejoró respecto a la edición pasada del índice en ocho de los 12 indicadores que lo componen.
- El grado de escolaridad promedio de las ciudades es de 1 años. Sin embargo, en La Piedad-Pénjamo y Salamanca el promedio es menor a ocho años.
- La brecha entre los ingresos promedio de hombres y mujeres es de 42% en La Piedad-Pénjamo, mientras que en Irapuato la diferencia es de 1%.
- El número promedio de camas de hospital por cada 10 mil habitantes pasó de 1 en comparación con la edición anterior.
Resultados del subíndice Sociedad por tamaño de ciudad y grupo de competitividad
Mejores ciudades en el subíndice Sociedad por indicador y categoría de población
IMCO Propone
Ajustar los planes de estudio de instituciones educativas locales para incorporar las habilidades demandadas por los empleadores. 24% de los empleadores afirma que los solicitantes de trabajo carecen de las habilidades técnicas y profesionales que estos buscan, lo que afecta tanto al empleo como a la productividad.[1] Los gobiernos municipales pueden solicitar a la Secretaría de Educación Pública (SEP) federal actualizaciones y modificaciones en los planes de estudio de las instituciones locales de educación media superior y superior, especialmente en los subsistemas de educación técnica, para que se ajusten a las necesidades de sus contextos locales.[2] Para ello, los ayuntamientos pueden facilitar el diálogo con el sector productivo e identificar las habilidades que requieren, y con la academia para proponer planes de estudio especializados y guiados por la demanda laboral. Existen casos de éxito en la vinculación de la educación media superior técnica en Chihuahua, Nuevo León y Querétaro con la industria aeroespacial, los cuales ejemplifican el rol facilitador que las autoridades locales pueden jugar.[3]
Generar información con perspectiva de género para lograr un sistema de transporte público más seguro para las mujeres. Las mujeres y los hombres tienen patrones de movilidad distintos. Las mujeres tienden a ser las principales usuarias del transporte público y, en general, condicionan el uso del mismo para hacer viajes relacionados con cuidados; ello implica realizar un mayor número de viajes con distancias más cortas y más trasbordos en comparación con los hombres [4]. Aunque el transporte público es un lugar donde ambos sexos pueden ser víctimas de delitos, las mujeres reportan una mayor percepción de inseguridad, y es más probable que se vulnere su seguridad e integridad física.
Contar con información desagregada por sexo sobre incidentes de inseguridad en el transporte público, así como estudios específicos sobre los patrones de movilidad de las mujeres, permitiría a las urbes tomar decisiones más precisas para que las mujeres puedan realizar sus traslados de forma más segura.
El Transport Gender Lab del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha promovido este tipo de estudios en la Ciudad de México y Guadalajara [5] donde se incluye información sobre el gasto en transporte, tipo de viajes origen-destino, agresiones en el transporte público y rutas, así como las características sociodemográficas de las mujeres.
Promover medidas de prevención contra contagios de covid-19, principalmente el uso obligatorio de cubrebocas en los espacios públicos como centros comerciales, restaurantes, escuelas y transporte, así como la difusión constante de información para la detección temprana de síntomas. El uso de cubrebocas es una medida efectiva para reducir el riesgo de contagio por covid-19, por lo que es fundamental continuar con la promoción de su uso en el entorno público a través de campañas de comunicación. La promoción del uso del cubrebocas es una medida indispensable de integración a la nueva normalidad. Además, las autoridades deben continuar con la difusión oportuna y clara de información basada en la evidencia científica para identificar síntomas de covid-19 y tomar las medidas necesarias que permitan a los ciudadanos cortar con la cadena de contagio e iniciar un tratamiento adecuado.
[1] ManPower Group. 2018. Encuesta de Escasez de Talento. https://www.manpowergroup.com.mx/wps/wcm/connect/manpowergroup/db65d29b-c8d3-46e9-9af5-fed9ef38a9d0/MG_EscasezdeTalentoMexico2018.pdf
[2] Alcaldes de México. 2019. Los municipios y la educación en México. https://www.alcaldesdemexico.com/expediente-abierto/los-municipios-y-la-educacion-en-mexico/
[3] International Youth Foundation. Rutas (2013-2018). https://iyfglobal.org/initiatives/rutas. SEP. 2020. Boletín No. 331 Fortalece Conalep vinculación con el sector aeroespacial para ampliar las oportunidades de sus estudiantes.
[4] Banco Interamericano de Desarrollo (BID), El porqué de la relación entre género y transporte, BID, (2021), https://publications.iadb.org/publications/spanish/document/El-porqu%C3%A9-de-la-relaci%C3%B3n-entre-g%C3%A9nero-y-transporte.pdf
[5] Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Patrones de movilidad de las mujeres en el corredor intermodal del Área Metropolitana de Guadalajara, BID, (2020), https://publications.iadb.org/publications/spanish/document/Patrones-de-movilidad-de-las-mujeres-en-el-corredor-intermodal-del-area-metropolitana-de-Guadalajara.pdf