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1.4 kms: una gran hazaña

Este año será el peor en la historia económica reciente del país. Con la información de la que disponemos podemos suponer que la caída estará entre el 9 y el 10% de la producción. Es altamente probable, sin embargo, que esta cifra tan drástica nos haga olvidar la caída de la que venía el país desde 2019. Ese olvido nos hará pensar que el covid-19 es el responsable absoluto de la crisis económica. El gobierno —y en particular los responsables del manejo económico— se escudarán en la narrativa de la crisis global y en la cantaleta presidencial del no incremento de la deuda y de los programas sociales. Las tasas de crecimiento positivas que muy probablemente se observarán en años subsecuentes resultado de un rebote abonarán al cuento de la recuperación. Dentro de pocos meses estaremos debatiendo las definiciones técnicas de dichos conceptos, sin llegar a ningún lado, por supuesto.

Cómo estarán las cosas en materia de política económica que hace una semana el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, celebró la construcción de un camino de 1.4 kms en el Estado de México. Herrera señaló en su cuenta de tuiter que esta obra de infraestructura impulsó la reactivación económica del estado (con sus respectivos hashtags, faltaba más) pues demandó la creación de 1,200 empleos directos. No dudo del beneficio de esta obra, permitirá una mayor conectividad entre los municipios, pero festejar con bombo y platillo la construcción de un camino de 1,400 metros que necesitó 1,200 trabajadores me parece, por decir lo menos, mediocre. En los videos subidos por el secretario se observan al menos seis funcionarios, entre ellos el gobernador del estado, orgullosos todos del alcance de la productividad mexiquense. No sé cuánto duró la construcción de semejante obra de infraestructura, pero no es relevante. Basta con saber que si fuera por promediar, cada trabajador aportó a este camino 1 metro con 16 centímetros.

El secretario de Hacienda subió esa información el 13 de diciembre aclarando que la obra se había inaugurado dos días atrás. Quizás esa “productiva gira de trabajo” por el EdoMex --en palabras del secretario-- explique su ausencia en los días críticos en los que la autonomía de Banco de México y la integridad de las reservas internacionales del país estaban bajo acecho por una reforma legal que el partido en el gobierno pretende. ¿Dónde más podría haber estado el secretario de Hacienda en esos días? ¿Explicándole al presidente los riesgos de abrir la caja de Pandora monetaria? ¿Cabildeando para frenar una iniciativa que pondría en riesgo la estabilidad del sistema financiero del país? No se me ocurre una mejor opción que celebrar la construcción de tan magna obra.

El viernes el INEGI publicó datos sobre la productividad total de los factores, ese término elegante para describir la eficiencia con la que se usan los factores de producción --el capital y el trabajo-- en el país. En un mundo global y de rápido avance tecnológico la productividad tendría que aumentar. Para sorpresa de nadie, la PTF en México disminuyó durante 2019. Todo cuadra. Si festejamos la construcción de caminos de 1,400 metros, las prácticas agrícolas de hace dos siglos, la vuelta a un sector energético basado en el petróleo y el carbón, es normal que la productividad nos lo cobre.

Publicado por El Universal.
22-12-2020