¿Cómo afecta la inflación a los hogares?
Julio de 2022
La inflación durante julio de 2022 alcanzó su mayor nivel desde el 2000. Con un incremento en los precios de 8.15% respecto al año previo, la tasa fue la más alta desde diciembre de 2000, cuando la inflación anual registrada fue de 8.96%. Además, la inflación anual acumuló 9 meses consecutivos con un nivel superior al 7%, superando por más de 3 puntos porcentuales el rango establecido como meta por el Banco de México (de 3% +/-1%). En julio de 2022, la inflación anual reflejó incrementos sustanciales en alimentos, bebidas y tabaco (+12.09%) y productos como frutas y verduras (+16.16%), así como productos pecuarios (+15.96%).
La tendencia al alza de la inflación comenzó en 2021, inicialmente impulsada por los precios de los bienes y servicios más volátiles de la economía, particularmente de los energéticos (que tuvieron una inflación anual de 19.30% en abril de 2021), así como el impacto de una interrupción en las cadenas de suministro sobre los precios de las mercancías (donde la inflación anual superó el 4% desde abril de 2020). Sin embargo, conforme pasaron los meses las presiones se extendieron, primero a productos agropecuarios y después a los precios de los servicios. Por ello, tanto la inflación subyacente como la no subyacente quedaron fuera del rango del Banco de México desde marzo de 2021.
Para evaluar a fondo el impacto de la inflación, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) analizó en mayo las implicaciones de la inflación para la población con diferentes niveles de ingreso. En esta actualización con datos a julio, observamos que la inflación en la canasta de consumo ha sido mayor para los hogares de menores ingresos desde agosto de 2021. Desde entonces, no solo se ha observado un incremento en las tasas de inflación, sino que también se ha ampliado la brecha entre el incremento en costos para hogares de bajos y altos ingresos.
La tendencia al alza de la inflación ha afectado en mayor medida a los hogares de menores ingresos. Mientras que para los hogares de mayores recursos, que se encuentran en el décimo decil de ingresos y perciben en promedio más de $50 mil pesos al mes, la inflación en los precios de la canasta de consumo fue de 8.05% entre julio de 2021 y el mismo periodo de 2022, para los hogares con ingresos de nivel medio el incremento fue de 9.31%. El impacto es aún mayor para los hogares de bajos ingresos, que tienen recursos de alrededor de $3 mil pesos al mes y vieron un incremento de 10.26% en el gasto necesario para adquirir la canasta de consumo (la tasa es más de 2 puntos porcentuales mayor a la del decil 10).
La disparidad en la inflación presentada en el consumo promedio de los hogares se ha profundizado en los últimos meses, y contrasta con lo observada en 2019: en agosto de ese año, los 3 tipos de hogares registraban tasas de inflación similares (2.83%, 2.88% y 3.18% para hogares de bajos, medios y altos recursos, respectivamente); la inflación percibida en la canasta de consumo de los hogares de altos ingresos era mayor a la observada en los de bajos ingresos.
¿Por qué la inflación afecta más a los hogares de bajos ingresos?
El impacto de la inflación es mayor para hogares con bajos ingresos debido a la composición de las canastas de consumo. Dependiendo del nivel de ingresos, los hogares distribuyen sus recursos de manera diferente: mientras que un hogar representativo del decil 1 (con menos recursos) debe destinar 50% de su gasto al rubro de alimentos, bebidas y tabaco, la proporción que un hogar del decil 5 le dedica a dichos bienes es de 43%, y en el decil 10 es de sólo 28%. Dado que la inflación actual es más pronunciada en bienes alimenticios y agropecuarios, estos incrementos afectan más a quienes asignan una mayor proporción del gasto a esos productos: los hogares con menos recursos.
Las implicaciones de la inflación persistente
Desde agosto de 2021, cuando la inflación para la canasta de consumo fue de 5.90% para el decil 1, 5.89% para el decil 5 y 5.60% para el decil 10, el incremento en la inflación ha ido de la mano de un aumento en las diferencias enfrentadas por los hogares de bajos y altos ingresos. Mientras que en agosto de 2021 la inflación para aquellos con menores recursos era sólo 0.3 puntos porcentuales mayor que la enfrentada por hogares con ingresos altos, en julio de 2022 la diferencia fue de más de 2 puntos porcentuales.
La tendencia al alza de la inflación y, en particular, la elevada tasa en el componente de alimentos, bebidas y tabaco -que se ha mantenido por encima del 10% anual desde marzo de 2022 y en julio alcanzó su nivel más alto desde diciembre de 1999- ha resultado en una mayor presión sobre el poder adquisitivo de los estratos socioeconómicos más bajos, que se contrae más en periodos de alta inflación.
Para asegurar estabilidad en los precios y el poder adquisitivo de la población, medidas como el fortalecimiento de la competencia económica, el respeto a la autonomía de Banco de México, el apoyo focalizado a poblaciones vulnerables y el impulso a la oferta de bienes mediante la atracción de inversión y la adopción de nuevas tecnologías son fundamentales, en periodos tanto de volatilidad como estabilidad económica.