Tanto en 2015 como en 2016, la ciudad centroamericana de San Salvador, en El Salvador, fue la urbe más violenta. Así lo revela una gráfica realizada por The Economist, la cual ilustra la cantidad de homicidios que ocurren en distintas metrópolis alrededor del mundo por cada 100 mil habitantes (con datos de 2016).
La violencia, el crimen y los homicidios han despuntado en lugares donde se cultivan y se trafican distintas drogas, como la cocaína, mariguana y heroína. Colombia, El Salvador, Honduras, Guatemala y México son países que entran en las rutas terrestres del movimiento de la droga, haciendo no solo que sus ciudades se conviertan más peligrosas, sino convirtiendo a América Latina en la región más violenta sin encontrarse en guerra.
Datos del think tank brasileño Instituto Igarapé afirman que 43 de las 50 ciudades con más asesinatos se encuentran en Latinoamérica y el Caribe.
En nuestro país, Acapulco es la ciudad más violenta, seguida de Chilpancingo, Ciudad Victoria y Tijuana. En Brasil destaca Manaus y Porto Alegre, en Honduras San Pedro Sula, en Sudáfrica Cape Town, en Estados Unidos Baltimore, Detroit y Nueva Orleans, en Colombia Cali, en Puerto Rico San Juan y en Jamaica Kingston.
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