
El pasado 10 de diciembre, María Luisa Albores González, directora general de Alimentación para el Bienestar, anunció el lanzamiento de un nuevo producto de la marca “Bienestar”, las Lentejas del Bienestar, presentadas como parte de la estrategia del Plan Michoacán por la Paz y la Justicia de la presidenta Sheinbaum. ¿Qué tienen que ver las lentejas con la inseguridad en el estado de Michoacán? ¿Existe evidencia de que un aumento en la disponibilidad de alimentos pueda tener un efecto en la violencia provocada por el crimen organizado?
Los datos de acuerdo con el anuario estadístico de producción agrícola del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera indican que en 2024 a nivel nacional la producción de lentejas fue de 8,114.44 toneladas; de esta cifra, Michoacán aportó con 8,056.44 toneladas, es decir, el 99.2% de la producción total. Por otra parte, dos cifras alarmantes: el número de homicidios dolosos y de desaparecidos. Durante el mismo año, Michoacán fue la séptima entidad con más homicidios según el reporte del INEGI, al registrar 1,632 casos, y la cuarta en número de desaparecidos a la fecha, con 7,371 personas desaparecidas y no localizadas de acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas de la propia Comisión Nacional de Búsqueda.
La conexión entre producción agrícola e inseguridad no es muy intuitiva. No obstante, hay evidencia de que shocks (eventos inesperados) negativos en cultivos básicos y pérdidas en recursos agrícolas, reducen el ingreso campesino y, en la práctica, la seguridad alimentaria, están relacionados con aumentos en la violencia ligada a los cárteles. Un estudio del Center for Global Development en México, encontró que una caída del precio del maíz aumentó la presencia de cárteles, incrementó el cultivo de drogas y elevó los homicidios asociados a estos grupos delictivos a nivel municipal.
Cuando los ingresos agrícolas caen, más gente está dispuesta a entrar a la ilegalidad, y no solo eso, también disminuye la liquidez para pagar las elevadas cuotas y cobros de piso que impone el crimen organizado. Por ello, mejorar las condiciones agrícolas y los ingresos derivados de la producción de alimentos puede llegar a reducir los incentivos para vincularse al crimen organizado.
¿Esto significa que las lentejas pacificarán al estado? Muy probablemente no. Si bien el apoyo al campo y la mejora en alimentación se incluyeron cuando el Gobierno Federal presentó el plan, esta estrategia por sí sola puede quedarse muy corta en su objetivo de aumentar la seguridad. Peor aún, las distorsiones de mercado, características de la actual administración y la pasada, conllevan varios riesgos: si el gobierno fija un precio de garantía más alto que el de mercado, se incentiva a producir más de lo que se demanda; si además lo vende barato, éste incurrirá en pérdidas; y se dificultará la participación del sector privado por que las empresas que no puedan competir con el precio fijado por el Estado saldrán del mercado.
El Bienestar será lo último que la estrategia del gobierno produzca en Michoacán si no viene acompañado de estrategias para resolver el problema de fondo.
Álvaro Pérez
18-12-2025