Artículo

Improbable mundo nuevo

Quien crea que ya entendió cómo funcionan la política y la economía, le sugiero recetarse una dosis de asombro y una terapia de humildad. En México y el mundo, la brújula para explicar la realidad tiene un norte incierto. Para entender nuestro tiempo hay que cultivar el escepticismo. El domingo pasado, Christine Lagarde dio un discurso en Beijing. En su mensaje, la directora del Fondo Monetario Internacional le pidió al gobierno chino que promoviera políticas públicas para enfrentar la desigualdad social. ¿El FMI le pide a los herederos de Mao Tse Tung que mejoren las condiciones de vida de sus ciudadanos más desaventajados? ¿El Fondo le sugiere a los comunistas chinos que atiendan las tensiones provocadas por los beneficios asimétricos del crecimiento económico? Bienvenidos a una realidad que hasta hace poco tenía la pinta de imposible.

En la navidad de 2009, Umar Farouk tomó un vuelo trasatlántico de Northwest Airlines para viajar entre Amsterdam y Detroit. Sin embargo, este joven originario de Nigeria no tenía planes de aterrizar en Estados Unidos. Su idea original era llegar al paraíso por la vía de la autoinmolación y en el proceso derribar el avión. La torpeza del terrorista amateur se sumó a la valentía de un grupo de pasajeros y tripulantes para abortar la catástrofe. El saldo final fueron tres heridos, pero pudieron haber sido 290 muertos. Ocho días antes de perpetrar el atentado, Umar Farouk se presentó ante una ventanilla de aeropuerto para comprar, con 2 mil 831 dólares en efectivo, un boleto de Nigeria a Detroit. Al narrar esta historia, David Wolman, autor de The End of Money se pregunta: ¿además de corruptos y terroristas quién usa tanto dinero en efectivo para hacer una operación de ese tamaño?

Wolman parece no estar muy al tanto de cómo funcionan las transacciones de dinero en el gobierno de Veracruz. A pesar de ello, este periodista argumenta la inminente obsolescencia de billetes y monedas como forma de pago. De acuerdo a Wolman, en un futuro cercano nos tendremos que despedir de los retratos de Benito Juárez, Morelos y Sor Juana que traemos guardados en la cartera. En un mañana cercano, el teléfono celular también cumplirá las veces de monedero, chequera y bóveda de banco. Esta semana el diario Reforma presentó una nota donde se afirma que Suecia prescinde cada vez más rápido del uso de dinero en efectivo. Este amasiato entre las finanzas y la ciencia ficción parecía la visión de futuro imaginario. Sin embargo, hoy es posible que en el tiempo de nuestras vidas el dinero en efectivo se convierta en un souvenir de las tiendas de antigüedades.

En la política mexicana también ocurren cosas que hasta hace poco hubieran sido imposibles. En julio de 2011, el ex alcalde de Ecatepec le gana la elección de gobernador del Estado de México a un ex secretario particular del Presidente de la República. En noviembre de 2011, un ex edil en Michoacán triunfa en los comicios a la gubernatura sobre la hermana del titular del Poder Ejecutivo. En el México donde nací y crecí sendos descalabros electorales hubieran sido impensables.

Esta semana se anunció que México tiene 10.7 millones de usuarios en Twitter, esto representa una cuarta parte de los votantes totales de la elección presidencial de 2006. José Merino sostiene en la revista Nexos (marzo, 2012) que ante las prohibiciones de la reforma electoral de 2007, Twitter transmitirá información sobre los contendientes que no puede fluir libremente en los medios tradicionales. De seguir el aumento de usuarios en esta red social llegará el día en que un trending topic o tema del momento tendrá una audiencia más grande que el noticiero de TV con el rating más alto.

El FMI le sugiere a los comunistas chinos preocuparse y ocuparse de la desigualdad social. Suecia busca transformar billetes y monedas en piezas de museo. Dos presidentes municipales le ganan en elecciones al presidente de México y Twitter puede jugar un papel relevante en las elecciones de 2012. En este mundo, lo improbable se volvió posible.