
Es posible que ya estemos en una recesión. A pesar de la poca claridad de los criterios para establecer si una economía se encuentra en esa fase específica del ciclo económico y del carácter rezagado de su medición, todo parece indicar que la economía mexicana ya se encuentra en ella o cerca de la misma. El National Bureau of Economic Research define una recesión como una caída significativa en la actividad económica que se expande a la mayoría de los sectores productivos y que dura más allá de unos pocos meses. Se evalúan la profundidad, difusión y duración de la caída utilizando varios indicadores como producción, empleo, ingreso personal sin incluir transferencias, consumo, y producción industrial, entre otros.
En México, la producción del último trimestre del año pasado ya mostró una caída de 0.6% comparándola con los tres meses anteriores. La generación de empleo formal –reconociendo que más de la mitad de la población ocupada se registra en la informalidad– fue de únicamente 192,552 plazas, la más baja desde 2009, con la excepción de 2020 por la pandemia. Durante 2024, la inversión cayó 4% y el consumo tuvo una caída más moderada cercana a 0.8%. Suena a que la recesión está más cerca de lo que quisiéramos.
Los datos del párrafo anterior corresponden todavía a la actividad económica de 2024. a. La amenaza sonaba todavía distante y poco probable. Sin embargo, cada día es más pesado el impacto de la incertidumbre.
Ayer, la OCDE publicó su perspectiva económica de marzo, a la que tituló “Navegando a través de la incertidumbre” y captura el choque global que esa política comercial podría implicar. La organización recortó la perspectiva de crecimiento económico global de 3.3% a 3.1% para este año y de 3.3% a 3% para 2026. El argumento principal de los ajustes recae en las políticas proteccionistas del presidente de Estados Unidos y, en consecuencia, en el impacto que las medidas compensatorias con las que los países respondan.
Los más afectados por los aranceles de Trump serían México y Canadá. Para México el escenario planteado es de franca recesión en caso de que los aranceles generales de 25% sean aplicados a partir de abril. La OCDE señala que la economía mexicana caería 1.3% este año y 0.6% durante 2026. Para no perder contexto, hay que recordar en las expectativas previas de crecimiento la misma organización esperaba que México creciera 1.2% este año. El recorte es de 2.5 puntos.
Para Canadá, el ajuste tampoco es menor. Se esperaba que creciera 2% en el reporte anterior y en el publicado ayer, únicamente 0.7% tanto en 2025 como en 2026. Mark Carney enfrentará también un escenario difícil.
Desde luego los aranceles también perjudican a Estados Unidos. El recorte a la expectativa de crecimiento de la economía más grande del mundo fue de 0.2. Ahora la OCDE espera que crezca 2.2% —después del crecimiento de 2.8% en 2024— en lugar del 2.4% esperado previamente. La magnitud de los ajustes muestra la asimetría del juego y del impacto que tendrían los aranceles.
En caso de que los aranceles no se concretaran —o se pospusiera su implementación— el escenario es más benigno. Crecimiento de 0.1% para México en 2025 y 0.8% en 2026. Menos mal.
Los pocos datos económicos que tenemos de este año apuntan en el mismo sentido. Cada vez estamos más cerca de una recesión.
Publicado en El Universal
18-03-2025