Opinión

Conectar el sur-sureste con Estados Unidos

FOTO: ELIZABETH RUÍZ /CUARTOSCURO.COM

El desarrollo requiere cuatro pilares fundamentales: Estado de derecho –seguridad física y jurídica–, capital humano preparado y con capacidad de innovación, excelencia logística y acceso a energía confiable, competitiva y con bajas emisiones.

Desarrollar el sur-sureste de México fue la principal apuesta en materia regional del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, con proyectos logísticos como el Tren Maya o el Corredor Transístmico, y en materia de energía como la expansión de la red de gasoductos en entidades de la región. Detonar mayores tasas de crecimiento sostenido requiere, sin embargo, ir más allá y ampliar el acceso al gas natural para generar electricidad más confiable y a menor costo en las industrias (actualmente con poca presencia en la región, entre otros problemas por la falta de acceso a energía) e inclusive en los hogares urbanos (por ejemplo, en Veracruz o Tabasco, estados productores de gas natural, además de contar con acceso a gasoductos, especialmente a partir del proyecto Puerta al Sureste).

La electricidad es costosa en el sur-sureste de México. En 2023 los 607 nodos eléctricos de la región sur-sureste tuvo un precio marginal local promedio de 958.6 pesos por megawatt-hora, este monto fue 14.3 % mayor al precio promedio nacional (838.5 MXN/MWh), al mismo tiempo que entidades como Quintana Roo o Yucatán padecen apagones frecuentes por las limitadas posibilidades de generación eléctrica y la débil infraestructura de transmisión.

Aunado a ello, la demanda de gas natural en la región es baja comparado con el resto del país, a pesar de ser la principal región productora a nivel nacional (esta paradoja se explica porque el gas natural nacional es producido casi en su totalidad por Pemex y, en gran medida, autoconsumido en sus procesos industriales).

A partir del primero de octubre, el nuevo Gobierno Federal deberá continuar con la política de desarrollo del sur-sureste mexicano con un especial énfasis en la infraestructura eléctrica y de gas natural.

Quizá el mejor incentivo para desarrollar infraestructura en esta región del país recaiga en su potencial en materia comercial a nivel América del Norte. Es necesario subrayar que el sur-sureste de México tiene una ventaja geográfica contra el resto del país: su acceso a la costa este de los Estados Unidos. Sin embargo, el país tiene poco acceso a esos estados. Durante los primeros tres meses de 2024, México tuvo una participación de mercado de 15.8 % en las importaciones totales de Estados Unidos. La mayor presencia de productos mexicanos en EUA se encuentra en los estados del sur (por la proximidad geográfica) y del medio oeste (principalmente por el sector automotriz), sin embargo, en las entidades de la costa este la presencia mexicana es limitada, con participaciones por debajo de 10 % y en estados como Nueva York, Nueva Jersey o Pensilvania por debajo del 6 %.

En estos estados se encuentra el mayor potencial de crecimiento de los productos mexicanos en Estados Unidos, donde el sur-sureste mexicano es la región que más tiene que ganar al contar con el acceso más conveniente a la costa este estadounidense. El acceso a energía es, naturalmente, una condición necesaria, más no suficiente para penetrar la costa este desde estas entidades. Se requiere expandir los puertos de Coatzacoalcos en Veracruz y Progreso en Yucatán, modernizar carreteras, expandir vías férreas, invertir en seguridad, y apostar por la capacitación de los trabajadores, entre otros. No obstante, cabe destacar que sin energía competitiva y confiable, nada de lo demás será posible.

Publicado en Animal Político

23-05-2024