Investigación

Datos clave sobre la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2024

  • Aumentó el ingreso en los hogares. En 2024, el ingreso corriente promedio trimestral de los hogares alcanzó 77 mil 864 pesos, lo que representa un crecimiento real de 10.6% con respecto a 2022. Este aumento fue mayor en los hogares con menores ingresos (decil uno), donde el ingreso aumentó 36.4%, mientras que en aquellos con mayores ingresos (decil diez) se redujo 8%. 
  • El ingreso proviene principalmente del trabajo. La principal fuente de ingresos de los hogares en el país continúa siendo el ingreso laboral (66%), seguido de las transferencias (18%). Por cada diez pesos recibidos a través de transferencias, 4.5 provienen de pensiones o jubilaciones y dos pesos de programas sociales. 
  • Los hogares con mayores ingresos percibieron 14 veces más que los de menores ingresos. Mientras que los hogares con menores ingresos reportan un ingreso promedio trimestral de 16 mil 795 pesos, los del decil más alto alcanzan 236 mil 95 pesos.
  • La composición de las transferencias varía significativamente según el nivel de ingreso. En los hogares del decil diez predominan las pensiones contributivas, es decir, aquellas derivadas de las aportaciones a la seguridad social, las cuales equivalen a 63% del total de las transferencias. Por el contrario, los hogares del primer decil dependen en mayor medida de programas sociales y donativos, que representan 42% y 44% de las transferencias, respectivamente. 
  • Persisten brechas de ingreso territoriales y de género. Un hogar en Nuevo León percibe casi tres veces más ingresos que uno en Chiapas. Además, la brecha de ingreso entre hombres y mujeres alcanza 34%, es decir, por cada 100 pesos que percibe un hombre, una mujer gana 66 pesos.
  • El gasto en los hogares también creció. En 2024, el gasto promedio trimestral de los hogares fue de 47 mil 674 pesos, lo que representa un incremento de 8% con respecto a 2022 y de 12.3% frente a 2016. 
  • Los hogares mexicanos gastan principalmente en alimentos. Los rubros que concentran mayor nivel de gasto son: alimentos, bebidas y tabaco (38%), vivienda, energía y mantenimiento del hogar (15%), transporte (20%) y educación (10%). 
  • La proporción del ingreso destinada a alimentos disminuye conforme aumenta el ingreso de las familias. Los hogares del primer decil destinan la mitad de su ingreso a alimentos, mientras que los hogares de mayores ingresos destinan 29%. En contraste, la proporción del gasto en educación aumenta con el nivel de ingreso: los hogares del primer decil destinan 13% frente a 21% en el último decil.
  • Los estados que destinan una mayor proporción del gasto a salud son: Oaxaca (6.3%), Zacatecas (5.5%) y Guerrero (4.9%). Mientras que las cinco entidades federativas con mayor gasto total –Ciudad de México, Querétaro, Nuevo León, Jalisco y Baja California Sur– destinan una proporción de gasto en salud de 3.1% en promedio.

1 . Introducción

México atraviesa una coyuntura económica y política desafiante, caracterizada por un bajo crecimiento, alta informalidad laboral y una apuesta por las transferencias gubernamentales. La tasa de desempleo se mantiene en mínimos históricos y el salario mínimo registró aumentos entre 20% y 22% en los últimos dos años, aunque se mantienen retos estructurales como la informalidad. Lo que plantea nuevas dinámicas sobre los ingresos laborales, especialmente en los hogares con menores ingresos. 

Ante este panorama surgen varias preguntas: ¿aumentaron los ingresos de los hogares?, ¿cuáles son sus principales fuentes de ingreso?, ¿en qué gastan más?, ¿creció el poder adquisitivo?, y ¿cómo varían sus decisiones financieras según su nivel de ingresos?

Para ello, la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) es una herramienta que permite profundizar en la situación económica de los hogares en México. Cada dos años, esta encuesta mide la composición, el origen y la distribución del ingreso y del gasto de las familias. Asimismo, permite analizar las características de los hogares según su nivel de ingresos, entidad federativa, género y otras características sociodemográficas.

Analizar el ingreso y el gasto de los hogares es clave para diseñar políticas públicas que promuevan la igualdad de oportunidades, mejoren la calidad del empleo y fortalezcan la competitividad del país. Por ello, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) utilizó los datos de la ENIGH 2024, publicada el 30 de julio de 2025, para examinar la evolución de los ingresos, los patrones de gasto y las condiciones económicas de los hogares en México.

En la última edición de la ENIGH se encuestaron 105 mil 718 hogares entre el 21 de agosto y el 28 de noviembre de 2024. Los resultados reportan un incremento tanto en los ingresos como en los gastos de los hogares respecto a la edición anterior. Los ingresos aumentaron 10.6% y los gastos crecieron 7.9% entre 2022 y 2024. A diferencia de la edición 2022, que capturó los efectos inmediatos de la salida de la crisis sanitaria derivada del Covid-19, la ENIGH 2024 permite observar con mayor claridad los cambios estructurales en los ingresos y las tendencias de consumo de los hogares tras estos años atípicos.

2 . Hogares

Los hogares en México han cambiado su composición en la última década. Actualmente, hay 38 millones 830 mil 230 hogares, con un tamaño promedio de 3.4 personas, cifra que refleja una tendencia sostenida hacia núcleos familiares más pequeños. Aproximadamente 2.2 miembros del hogar obtienen algún tipo de ingreso, sin embargo, 1.63 de los integrantes tiende a estar ocupado en el mercado laboral. Esto indica que parte del ingreso del hogar proviene de otra fuente distinta al empleo, por ejemplo, de transferencias o apoyos.

Aunque el tamaño de los hogares disminuyó, el número de integrantes de 65 años o más  creció 21.3% por hogar, entre 2016 y 2024, lo que refleja el envejecimiento de la población e impacta en las dinámicas de ingreso.

3 . Ingresos

La categoría de ingresos de los hogares se refiere al conjunto de percepciones que obtuvieron sus integrantes. En promedio, durante 2024 los hogares percibieron 25 mil 954 pesos al mes, de los cuales, 17 mil 033 provinieron de la actividad laboral de las personas. Esto indica que los ingresos correspondientes a las remuneraciones por trabajo subordinado y el trabajo independiente se mantienen como la fuente principal de ingresos de los hogares. 

¿Cuánto ganan los hogares y de dónde perciben sus ingresos?

Los hogares en México obtienen un ingreso promedio trimestral corriente de 77 mil 863 pesos, que corresponden a recursos a los que los integrantes acceden de manera regular para el consumo de bienes y servicios. De este monto, la principal fuente es la actividad laboral con 51 mil 099 (65.6%), seguida de las transferencias con 13 mil 799 pesos (17.7% del ingreso), estimación del valor de alquiler de la vivienda con 9 mil 066 pesos (11.6%) y renta de la propiedad con 3 mil 834 (4.9%).

Con respecto al ingreso laboral, por cada 100 pesos que perciben en promedio los hogares por trabajo de forma trimestral, 85 pesos corresponden al trabajo subordinado, es decir, aquel que presta sus servicios a alguien más. Las remuneraciones correspondientes a esta categoría aumentaron 13.8% de 2016 a 2024, pasando de 38 mil 353 pesos a 43 mil 665 pesos en promedio. El aumento en ingresos por trabajo independiente en el mismo periodo alcanzó 19.7%. 

Entre 2022 y 2024 todos los deciles de ingreso registraron aumentos reales en el ingreso laboral. Los hogares con menores ingresos (decil uno) reportaron un aumento real de 13.8%. En contraste, los hogares del último decil, que concentran los mayores ingresos laborales, tuvieron un crecimiento de 6.9%. Esto sugiere una recuperación del ingreso laboral más acelerada en los hogares de ingresos bajos, lo cual podría estar vinculado al aumento del salario mínimo.

En cuanto al ingreso no laboral, las transferencias tienen el mayor peso. Las transferencias, que incluyen pensiones, jubilaciones, becas, remesas y programas sociales, han aportado más de 15% del ingreso corriente de los hogares desde 2016. Mientras que la renta de la propiedad es la que menos aporta al ingreso de las familias, con una proporción por debajo de 9% desde 2016. 

De 2022 a 2024, el ingreso promedio trimestral de los hogares aumentó 10.6%, con lo que se mantiene la tendencia positiva observada desde el periodo 2020-2022, tras una ligera recuperación a los niveles de ingreso de 2016. Este incremento ha sido impulsado, en buena medida, por el aumento en el ingreso laboral de los deciles más bajos. Sin embargo, no refleja una mejora estructural en las condiciones laborales de la población en general.

3.1 Distribución por decil de ingreso

A pesar de un contexto económico desafiante en el país, entre 2016 y 2024, el ingreso promedio trimestral aumentó en todos los hogares, excepto en aquellos con mayores ingresos (decil diez). El 10% de los hogares con menores ingresos (decil uno) registró un crecimiento real de 36%, al pasar de 12 mil 312 a 16 mil 795 pesos trimestrales. En contraste, el último decil tuvo una disminución real de 8% al pasar de 255 mil 530 a 236 mil 095 pesos promedio en el trimestre. 

Aunque los hogares del primer decil tuvieron un mayor crecimiento proporcional en sus ingresos, la desigualdad de ingresos persiste en el país. En 2024, los hogares con mayores ingresos ganaron 14 veces más que aquellos con menores ingresos. Esta brecha se redujo en comparación con 2016, cuando la diferencia entre el primer y el último decil era de 243,218 pesos. En términos porcentuales, la desigualdad de ingreso entre ambos extremos disminuyó 9.8% entre 2016 y 2024.

En promedio, los hogares mexicanos reciben 13 mil 799 pesos al trimestre por concepto de transferencias, lo que representa un aumento de 14.3% respecto a 2022. No obstante, su importancia en el ingreso total varía según el decil de ingreso de los hogares. Entre las familias del primer decil, las transferencias constituyen 36% del ingreso total, mientras que para el decil diez, esta proporción disminuye a 16%. 

Dentro de las transferencias, la mayor parte del ingreso proviene de pensiones y jubilaciones, que constituyeron 45% de este rubro durante 2024. Le siguen las transferencias en especie y los donativos que aportaron 31.3%, los beneficios por programas sociales (19.1%) y las remesas (4.3%).

La composición de las transferencias también varía significativamente según el nivel de ingreso. En los hogares de menores ingresos, los apoyos provienen principalmente de donativos y becas y beneficios del gobierno, que en suma, representan entre 61% y 86% del total de transferencias recibidas en los primeros cinco deciles. 

En contraste, en los hogares de mayores ingresos, las pensiones y jubilaciones adquieren mayor relevancia. En el decil diez representan 63% del total de transferencias, mientras que las becas y donativos se reducen a 35%. Por su parte, las remesas mantienen una proporción relativamente baja y estable, sin superar 8% en ningún decil.

Esto sugiere que los hogares con mayores recursos acceden en mayor medida a pensiones derivadas de aportaciones al sistema de seguridad social resultado de una trayectoria laboral en la formalidad, mientras que los hogares con menores ingresos dependen principalmente de apoyos asistenciales y donativos privados.

3.2 Distribución por entidad federativa

Desde una perspectiva estatal, los resultados muestran que los hogares en Nuevo León (117 mil 034 pesos), Ciudad de México (110 mil 685 pesos) y Baja California Sur (104 mil 728 pesos) registran, en promedio, los ingresos trimestrales más altos del país. Por el contrario, Chiapas (41 mil 084 pesos), Guerrero (48 mil 548 pesos) y Oaxaca (52 mil 025 pesos) reportan los ingresos más bajos. La diferencia entre el primer y último lugar a nivel estatal asciende a 75 mil 950 pesos; es decir, en promedio, un hogar en Nuevo León percibe casi tres veces más ingresos que uno en Chiapas.

En lo que se refiere a transferencias, Zacatecas es el estado con mayor proporción de ingresos por este concepto (25.2%), seguido por Veracruz (24.8%) y Guerrero (23.2%). Este fenómeno se puede explicar, entre otras razones, por un alto nivel de informalidad, menor dinamismo económico y la dinámica de envejecimiento poblacional. En contraste, los hogares en Quintana Roo (10.6%), Baja California (12.4%) y Baja California Sur (12.7%) reportaron las proporciones más bajas de transferencias.

Entre 2022 y 2024, los mayores aumentos en el ingreso promedio por hogar se observaron en Nuevo León (23.1%), Querétaro (17.8%) y el Estado de México (17%). En contraste, Chiapas fue la única entidad donde el ingreso promedio se redujo, con una caída real de 6.7%. En la entidad, el ingreso laboral se mantuvo prácticamente estable, con un ligero aumento real de 0.4% en los últimos dos años. La principal reducción proviene de la renta de propiedad (-56.6%) y de las transferencias en términos reales (-16.5%). La caída en los ingresos por renta de propiedad pueden relacionarse con una presión en el mercado inmobiliario estatal. En cuanto a las transferencias, habría que analizar si se debe a una caída en las pensiones, programas sociales u otro rubro de este componente.

3.3 Brecha de ingresos por género

En 2024, la brecha de ingresos entre hombres y mujeres se ubicó en 34%, una reducción de un punto porcentual con respecto al año anterior. Esto implica que, en promedio, por cada 100 pesos que percibe un hombre, una mujer gana 66 pesos. Aunque la brecha se mantiene en niveles similares a los observados en 2020 y 2022, representa una mejora en comparación con los años previos a la pandemia. 

Esta reducción puede explicarse por un mayor crecimiento en los ingresos de las mujeres en los últimos años, ya que entre 2016 y 2024, el ingreso monetario trimestral creció 32.1%, mientras que el de los hombres aumentó 15.9% para el mismo periodo.

4 . Gastos

La ENIGH también permite conocer el nivel y la distribución de los recursos que los hogares destinan a satisfacer necesidades como la alimentación, el transporte y la salud. Además, permite conocer los patrones de consumo de las familias. En 2024, los hogares mexicanos gastaron 15 mil 891 pesos en promedio al mes.  

¿Cuánto gastan los hogares y en qué?

En 2024, los hogares reportaron un gasto promedio trimestral de 47 mil 674 pesos. La mayor proporción se destinó a alimentos, bebidas y tabaco: 17 mil 982 pesos, que equivalen a 38% del total. Otros rubros en orden de relevancia para el gasto fueron: transporte (9 mil 319 pesos), vivienda, energía y mantenimiento del hogar (7 mil 360 pesos), educación (4 mil 346 pesos), vestido y calzado (mil 830 pesos), salud (mil 605 pesos), así como otros bienes y servicios como cuidados personales y transferencias de gasto (4 mil 985 pesos). Es decir, el gasto de las familias se concentró principalmente en el consumo corriente de bienes y servicios esenciales.

Entre 2016 y 2024, se registraron aumentos reales significativos en rubros como salud (39.2%), alimentos (19.9%) y vivienda (7.0%). Sin embargo, la distribución del gasto por categoría se mantuvo relativamente estable en este periodo. Esto se puede explicar debido a que dichos incrementos ocurrieron en un contexto de mayor ingreso real, lo que permitió a los hogares responder a aumentos de precios para hacer frente a la inflación. 

4.1 Evolución del gasto 

Entre 2022 y 2024, el gasto trimestral promedio de los hogares creció de 44 mil 166 pesos a 47 mil 674 pesos, es decir, un aumento de 7.9% en términos reales. Este ritmo es inferior al del ingreso, que aumentó 10.6% en el mismo periodo. Esta diferencia puede interpretarse como una contención del consumo ante la persistencia de precios elevados, especialmente en bienes esenciales como alimentos y servicios. Así como un posible aumento en el ahorro de los hogares en este periodo. La desaceleración del gasto contrasta con el dinamismo observado entre 2020 y 2022, cuando creció 17.2%, impulsado por la recuperación de la pospandemia.

 

4.2 Gasto según el nivel de ingreso

Aunque todos los hogares destinan la mayor parte de su ingreso a los alimentos y bebidas, la proporción varía dependiendo del decil al que pertenecen. Por cada 100 pesos que gastan los hogares del primer decil de ingresos, 51 pesos se destinan a alimentos y bebidas, mientras que los hogares en el decil más alto de ingreso, destinan 29 pesos de su gasto total a esta categoría. A medida que aumenta la capacidad de gasto de los hogares, disminuye la proporción destinada a satisfacer las necesidades básicas como la alimentación.

La tendencia contraria se observa en el rubro de transporte, que incluye la adquisición y mantenimiento de servicios para vehículos, ya que en los tres deciles de ingreso más altos el gasto a transporte representa 21% del total, mientras que en el decil con menos ingresos se reduce a 13%. 

En cuanto al gasto en educación, que incluye la categoría de esparcimiento, se observa una tendencia de aumento en la importancia de este rubro como proporción del gasto total a medida que aumenta la capacidad de gasto. Los hogares con menores ingresos destinan menos recursos a servicios y artículos educativos, en comparación con los hogares que tienen más capacidad de gasto. Ante la baja calidad de la educación pública del país, estas diferencias en el gasto profundizan las brechas educativas por nivel socioeconómico. 

Otro rubro de gasto importante para los hogares es el cuidado de la salud. En promedio, los hogares mexicanos gastaron mil 605 pesos al trimestre en atención hospitalaria, servicios médicos, seguros de gastos médicos y medicamentos sin receta, una cifra 7.9% mayor que en 2022. La proporción del gasto total es similar en todos los deciles de ingreso, con un rango entre 2.7% y 4.1%, que corresponde a los deciles siete y diez, respectivamente.

4.3 Gasto en salud por entidad federativa 

En 2024, los hogares en Oaxaca destinaron una mayor proporción del gasto a los cuidados de la salud (6.3%), seguido por los ubicados en Zacatecas (5.5%) y Guerrero (4.9%). En Oaxaca, los hogares gastan 34 mil 107 pesos y destinan 2 mil 145 pesos a la salud. En cambio, en estados como Baja California y Quintana Roo se destinan alrededor de mil 200 pesos, que representa una proporción de gasto en salud de 2% y 2.3% respectivamente.

El gasto en salud revela carencias estructurales y brechas en la garantía del acceso a este derecho. Aunque la protección de la salud debe ser universal, en 2024, 63.3% de la población reportó estar afiliada o tener acceso a algún servicio médico. Esta cifra representa una recuperación parcial respecto a 2022 (57.9%), pero se mantiene por debajo del nivel observado en 2016 (82.6%). La disminución en la cobertura de servicios públicos ha generado una mayor presión sobre los hogares para financiar su atención médica con recursos propios. Esta situación se traduce en un aumento del gasto de bolsillo, especialmente en estados con menor cobertura y calidad en los servicios públicos de salud.

IMCO Propone

La Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares (ENIGH) es una herramienta fundamental para entender las condiciones socioeconómicas de los hogares y sus patrones de gasto. Los datos recientes muestran un aumento promedio en los ingresos y los gastos de los hogares con respecto a 2022, lo que indica que se mantiene la tendencia al alza en ambas categorías observada desde 2020. Sin embargo, se mantienen brechas de ingreso entre los hogares de las entidades federativas, entre los hogares rurales y urbanos, entre hombres y mujeres, entre grupos étnicos y con respecto a las personas que viven con alguna discapacidad. 

En este contexto, el IMCO Propone:

  • Implementar programas estatales orientados a mejorar las condiciones laborales. Es pertinente que las autoridades estatales analicen cómo establecer mejores condiciones del ingreso laboral de la población a través del impulso a la inversión, la disminución de la informalidad y la formación del talento vinculado con las dinámicas del mercado laboral actual.
  • Fomentar la inversión en infraestructura de transporte público para mejorar la movilidad intraurbana. Es necesario que el Gobierno Federal y los gobiernos estatales realicen inversiones estratégicas en infraestructura para mejorar la conexión y reducir los tiempos de traslado en las periferias de zonas conurbadas como la Zona Metropolitana del Valle de México o Zapopan en Jalisco. De esta manera se puede conectar a los hogares con mejores oportunidades laborales y económicas.
  • Fortalecer el enfoque de prevención en salud para disminuir el impacto del gasto de bolsillo en las familias. Los hogares mexicanos destinan parte de su ingreso a la atención hospitalaria, servicios médicos y medicamentos sin receta. Mejorar el enfoque preventivo en todos los subsistemas de salud, ayudaría a disminuir este gasto, que puede ser catastrófico en algunos casos.
  • Coordinar y consolidar los esfuerzos para la implementación de un Sistema Nacional de Cuidados. La persistencia de las brechas de género en los ingresos indica la necesidad de fomentar la inclusión y permanencia de las mujeres en el mercado laboral, para lo cual es imprescindible fomentar un Sistema Nacional de Cuidados que coordine los esfuerzos realizados a nivel estatal y local, y garantice servicios de cuidado para infancias, personas mayores y personas en situación de discapacidad. 
  • Garantizar y transparentar la evaluación efectiva de la política social. Dada la importancia de los programas de apoyo social, tanto para el presupuesto público como para el ingreso de los hogares con menor nivel de ingreso, es imperativo que el Gobierno Federal garantice que la evaluación rigurosa de los programas sociales en el nuevo marco institucional.