Entre los seis estados que renovarán gubernatura este año, Durango es el que registra la mayor mejora en la medición del Índice de Competitividad Estatal 2022 (#ICE2022) publicado por el IMCO, mostrando un avance de tres posiciones entre 2021 y 2022. Así, se posicionó como la decimoquinta entidad más competitiva del país.
En este contexto, José Rosas Aispuro, quien es el primer gobernador no emanado del PRI en la entidad, y que fue candidato por el PAN, PRD, MC y PT en 2016 en un sistema electoral donde Morena todavía no era actor protagónico, entregará un estado con mejores métricas de competitividad que el que recibió, pero que aún enfrenta grandes retos pendientes que deberán ser afrontados por quien resulte electo o electa el próximo cinco de junio.
En los resultados positivos, Durango destaca por ocupar la posición 4 de 32 en los rubros que miden el Estado de Derecho. Indicadores de delitos de alto impacto como homicidio, secuestro y robo de vehículos han mejorado en los últimos tres años. Asimismo, en las categorías que miden la estabilidad y funcionalidad del sistema político, como la percepción de corrupción o las condiciones que enfrenta la prensa, el estado ocupa el tercer lugar de 32. Sin embargo, las buenas noticias en la política y la seguridad se contraponen con los malos resultados en lo económico.
En cuanto a los sectores precursores, que son la base de infraestructura para atraer talento e inversión -telecomunicaciones, transportes y servicios financieros-, el estado cayó de la posición 29 a la 30 entre 2021 y 2022. Solo 4 de cada 10 viviendas cuentan con acceso a internet, y 88% de ellas tienen acceso a telefonía móvil. Por ello, la nueva persona gobernadora tendrá como reto central el atender las limitaciones que enfrentan los duranguenses para acceder a comunicaciones y transportes y a los servicios financieros que necesitan para catapultar la economía de su estado, y con ello, el bienestar de sus habitantes.
Durango ocupa la posición 26 en los indicadores que miden la estabilidad de su economía, y quien gane la elección, tendrá que implementar políticas que permitan atender la baja diversificación de la economía (posición 22 de 32), el elevado costo y monto de la deuda pública (en ambos, posición 25 de 32), e impulsar el crecimiento del PIB per cápita que todavía está rezagado (posición 19 de 32). Revertir el panorama económico negativo de la entidad (que decreció 1.8% en 2021) debe ser prioridad central para el nuevo gobierno.
Pero también debe serlo el tener un plan de impulso a competitividad que permita sacar a la entidad de la “media tabla” que ocupa en el resto de los subíndices del #ICE2022. En mercado de factores, que incluye aspectos del mercado laboral, en temas de educación, salud e igualdad de género, la entidad tampoco destaca positivamente. Si bien el avance de tres posiciones de Durango en el #ICE2022 nos recuerda que es posible avanzar en poco tiempo, enfatiza la necesidad de atender los retos pendientes del estado para impulsar su competividad como los sectores precursores y las políticas públicas que promuevan una sociedad más incluyente, esto sentará las bases para revertir los malos resultados que la entidad tiene aún en lo económico.
En este sentido, la elección de 2022 en Durango se ha descrito como definitoria en la correlación de fuerzas entre la coalición gobernante a nivel federal y la oposición, debe también entenderse como un punto de quiebre en el que la entidad deberá consolidar y acrecentar sus avances en materia de competitividad para salir de la mitad de la tabla. Los datos que aporta el #ICE2022 serán de utilidad para afinar la agenda de quien resulte ganador o ganadora de la elección.
Publicado en Animal Político.
19-05-2022