Nuestra región, así como el mundo, se encuentra en estos momentos sumida en la pandemia del Coronavirus, lo que ha llevado a nuestros países a adoptar diversas medidas para poder proteger la salud de sus ciudadanos y ciudadanas, así como intentar proteger sus fuentes laborales y garantizar una adecuada protección a la seguridad social de sus habitantes.
Sin embargo, como es de público conocimiento, en los últimos años América Latina se ha visto inmersa en el fenómeno de la corrupción, tal como nos recuerdan una serie de casos nacionales y transnacionales -como el caso Odebrecht-, y algunos indicadores internacionales como el de Transparencia Internacional y del Banco Mundial, donde lamentablemente seguimos estancados y sin mayores avances. Es por lo anterior que en momentos como estos se hace más necesario que nunca que nuestros gobiernos actúen con total transparencia, permitiendo el acceso oportuno a la información pública relacionada con la pandemia y las decisiones que se adoptan, de modo de permitir una adecuada rendición de cuentas a la ciudadanía y, así, contribuir a aumentar la confianza en nuestras autoridades y sus resoluciones, tan necesaria para que esta batalla sea exitosa.
Asimismo, es imperativo que los procesos de compras y contrataciones públicas en lo referido a suministros, reactivos y equipo clínico, así como las donaciones internacionales también se rijan por los más altos estándares de transparencia y publicidad, de modo de evitar que, con ocasión de la premura de ciertos procesos por la urgencia para combatir la pandemia, o con posterioridad cuando se deba enfrentar la recuperación económica de los países, se incurra en actos de corrupción.
Por esto, creemos que se hace imperativo que nuestros gobiernos se comprometan, al menos, a:
• Mantener la total transparencia, acceso a la información pública y publicidad sobre la capacidad del sistema de salud para responder al Covid-19, la posible escasez de medicamentos e insumos, su capacidad de testeo y las medidas que se adopten al respecto.
• Transparentar y dar máxima publicidad al presupuesto y gasto estatal en todo lo que se relacione con la pandemia, tal como compras de insumos médicos, contratación de personal, inversión en tratamientos o posibles curas, compensaciones económicas a familias vulnerables, subsidios o todo tipo de ayudas económicas tanto a empresas como personas naturales, entre otros, ya sea durante la crisis del Covid -19 como con posterioridad.
• Prevenir la propagación de información falsa y proteger a los whistleblowers o denunciantes de corrupción.
• Reducir la influencia indebida de intereses privados en todo lo relacionado con la pandemia y, en caso de existir conflictos de intereses, transparentarlos. En cualquier caso, siempre debe primar el bien común en todas las decisiones que se adopten por sobre intereses privados.
• Transparentar los procesos de discusión y aprobación legislativa o ejecutiva de los paquetes económicos con una justificación social y una fundamentación microeconómica.
• Establecer mecanismos de rendición de cuentas para la ejecución de partidas presupuestarias extraordinarias, préstamos y transferencias directas de dinero a beneficiarios sociales.
• En la medida de lo posible, propiciar espacios o comisiones de acompañamiento técnico en las que participen actores u organizaciones sociales reconocidos, tanto para la implementación de medidas sanitarias como para la transparente y eficaz ejecución presupuestaria.
• En general, actuar con la mayor transparencia posible, publicidad y rendición de cuentas en los procesos de toma de decisión pública, incluso de aquellos asuntos que no tengan directa relación con la pandemia.
Hacemos un llamado también a la ciudadanía, sociedad civil y medios de comunicación a mostrarse proactivos en solicitar información y con una actitud colaborativa para que, a pesar de los momentos excepcionales que se viven, nuestros Estados respeten los derechos humanos de todas las personas y actúen con los más altos estándares de transparencia y rendición de cuentas posible, a fin de enfrentar de mejor forma la crisis sanitaria por el COVID-19.