Investigación

El desempeño del mercado laboral mexicano: Potencial sin aprovechar

  • Durante el primer trimestre de 2022 la población ocupada perdió más de medio millón de trabajadores, por lo que tuvo una caída trimestral de (-)0.9%. La disminución se debió totalmente a la eliminación de más de 600 mil empleos informales; la población ocupada formal agregó 100 mil personas.
  • Respecto al primer trimestre de 2021, la población con un trabajo aumentó en 3.1 millones de personas (un crecimiento de 5.9% anual).
  • Además de la pérdida trimestral de empleo, la brecha laboral de 22.3% en el periodo muestra que 2 de cada 10 personas que podrían estar trabajando aportaron pocas o nulas horas laborales a la economía.
  • En Tlaxcala, Oaxaca o la Ciudad de México, la brecha laboral es de más de 30%, mientras que en Querétaro y Jalisco es menor a 14%.
  • Al cierre del 1T2022, las mujeres tuvieron una brecha laboral más elevada, ya que 26.9% de las trabajadoras potenciales trabajaron menos de lo que podrían o querrían. Por otro lado, la brecha laboral en hombres fue de 18.9%.
  • En total, el potencial no aprovechado de la fuerza laboral es de 14.6 millones de mexicanos que no aportan su tiempo y habilidades a la economía remunerada.
  • 4 millones de mujeres no aportan las horas laborales que podrían a la economía, y 7.2 millones de hombres también tienen empleo insuficiente.

La población ocupada al cierre del primer trimestre del año

En los primeros tres meses de 2022, la población ocupada de México sufrió un retroceso. Al perder más de medio millón de trabajadores y trabajadoras entre el 4º trimestre de 2021 y el primero de 2022, esta se redujo en (-)0.9%. Aunque la población ocupada también sufrió reducciones durante los primeros trimestres de 2020 y 2021, las caídas fueron menores a la observada durante el mismo período de este año (de (-)0.5% y (-)0.3%, respectivamente).

Los empleos perdidos al comienzo del año fueron, en su totalidad, informales. Entre el cuarto trimestre de 2021 y el primero de 2022, se descontaron 633 mil 84 puestos a la población ocupada en condición de informalidad, mientras que el empleo formal creció, al agregar 100 mil 996 empleos. Así, el saldo neto de 532 mil 88 puestos perdidos se debió a la reducción en empleos informales, y a una generación de empleo formal que resultó insuficiente para compensarla. Esto recalca, una vez más, la vulnerabilidad en la que se encuentra la población que trabaja en esta condición.

En la comparación trimestral, la contracción del nivel de empleo durante el primer trimestre del año fue mayor para las mujeres, entre quienes se perdieron 240 mil 762 puestos, lo que representó una tasa trimestral de (-)1.1%. En el caso de los hombres,  el empleo se redujo (-)0.8%, equivalente a 291 mil 326 puestos menos.

En su comparación anual, el empleo creció 5.9%, equivalente a 3.1 millones de personas adicionales en la población ocupada. Con ello, hubo 56 millones 79 mil 123 trabajadores y trabajadoras al cierre del 1T2022. Entre el primer trimestre de 2021 y el de 2022, la generación de empleo fue más dinámica entre las mujeres, pues se agregaron cerca de 1.8 millones de puestos, lo que representó un crecimiento anual de 8.8%. Por su parte, el número de puestos para los hombres creció 4.1%, es decir, hubo 1.3 millones de ocupados adicionales.

La generación de puestos fue impulsada por el empleo informal durante el último año, pues 6 de cada 10 empleos agregados entre el primer trimestre de 2021 y el primero de 2022 fueron informales. La informalidad fue mayor entre las mujeres, quienes ocuparon 7 de cada 10 de los nuevos puestos informales durante ese periodo, mientras que solo 4 de cada 10 trabajos formales generados fueron femeninos.

La brecha laboral: Una medida de la insuficiencia del mercado laboral

La generación de empleo -en particular empleo formal- es fundamental para proveer de ingresos estables a la población. Sin embargo, en México aún no es suficiente para emplear a los hombres y mujeres que quisieran trabajar. Para medir esta insuficiencia, la brecha laboral resulta una herramienta útil, ya que toma en consideración tres poblaciones: la desocupada, la subocupada y la que no es económicamente activa pero está disponible para trabajar (PNEA disponible). Al calcular la proporción que esta población conjunta representa respecto al total de la fuerza laboral potencial (compuesta por la Población Económicamente Activa, es decir la PEA, y la PNEA disponible), resulta una tasa que nos muestra la cantidad de personas que, aunque están en posibilidades de trabajar, no pueden integrarse completamente al mercado laboral.

En el primer trimestre del año, 22.3% de las personas que podrían estar trabajando aportaron pocas o nulas horas laborales a la economía. De ese porcentaje, 11.6% tenía la disponibilidad para hacerlo pero no buscó empleo por falta de motivación, 7.6% contó con un trabajo en el que laboraba menos horas de las deseadas y 3.1% buscó un trabajo sin éxito.

A pesar de afectar a 1 de cada 5 trabajadores potenciales, la brecha laboral mejoró respecto al 1T2021, ya que disminuyó 2.2 puntos porcentuales en relación con el 24.5% observado en ese período. A nivel estatal, los habitantes de Tlaxcala, Oaxaca y Ciudad de México enfrentaron las tasas más altas, por encima del 30%, mientras que en Jalisco, Querétaro y Coahuila el mercado laboral tiene mayor capacidad para cubrir las necesidades de los trabajadores (con tasas que rondan el 14%).

A nivel nacional, la brecha laboral está compuesta en su mayoría por la población que está disponible para trabajar pero que no está motivada para incorporarse al mercado laboral. Como proporción de la fuerza laboral potencial, la desocupación tiene un menor nivel. Al cierre del 1T2022, las mujeres tuvieron una brecha laboral más elevada, ya que 26.9% de las trabajadoras potenciales trabajaron menos de lo que podrían o querrían; de ellas, 17% se encontraron en disposición de trabajar, pero desmotivadas para buscar un empleo, principalmente por considerar que tendrían pocas posibilidades de acceder a él. Por otro lado, la brecha laboral en hombres fue de 18.9%, impulsada por un 8.1% de trabajadores potenciales que se encontró subocupado.

Los tres componentes de la brecha laboral

Aunque los tres componentes de la brecha laboral muestran una insuficiencia en el mercado, reflejan distintas aristas del mismo problema.

La tasa de desocupación, una medida más tradicional para evaluar si la oferta de empleo cubre las necesidades de la población, mide a quienes buscan trabajo de manera activa pero no lo encuentran. Al interior de esa población, hay diferentes causas por las cuales un trabajador busca un empleo nuevo: ya sea porque perdió o terminó su empleo, renunció a su empleo, dejó o cerró un negocio propio, busca su primer trabajo, o por otras causas no especificadas.

La tasa de desocupación nacional durante el 1T2022 fue de 3.45%, es decir, casi 4 de cada 100 mexicanos en la Población Económicamente Activa no encontró trabajo. A inicios de 2022, el 53.6% de la población desocupada buscó un trabajo debido a la pérdida de este, y el 5.1% por verse en la necesidad de cerrar su negocio propio. El resto de la población desocupada decidió dejar su empleo de forma voluntaria (27.2%) o buscaba su primer empleo (10.9%). A nivel nacional, la duración de la desocupación tiende a ser baja: en el primer trimestre del año, el 74.9% de la población estuvo en desocupación por un tiempo menor a 3 meses.

A nivel estatal, las brechas regionales en la búsqueda de empleo son evidentes. Mientras que en la Ciudad de México, el Estado de México y Coahuila más del 5% de las personas económicamente activas estuvieron desocupadas, en Michoacán, Guerrero y Oaxaca menos del 2% de esa población se enfrenta a este problema en el mercado laboral.

En general, la tasa de desocupación en México tiende a ser menor que la observada en otros países. Con cifras de la OCDE, Colombia o Chile, por ejemplo, mostraron tasas de desocupación de entre 10% y 15% en 2020, mientras que en Estados Unidos fue de 8%. En contraste, la tasa en México durante ese año fue de 4.4%. Sin embargo, esto no significa que el mercado laboral mexicano esté dando empleo suficiente a la población. Por eso es necesario tomar en cuenta los otros componentes de la brecha laboral.

La subocupación, el segundo componente con mayor impacto en la brecha laboral, considera a aquellas personas que tienen un empleo, pero que trabajan menos horas de las que quieren o necesitan. Al interior de esa población, la principal razón de la subocupación fue que la actividad económica en la que las personas laboran actualmente fue afectada por una caída en su ritmo, y por ende -aunque las personas se encuentren contratadas- laboran una menor cantidad de tiempo, y/o enfrentaron caídas en su remuneración económica.

En el 1T2022, casi el 62% de los subocupados fueron afectados por esta razón. Otros motivos por los cuales las personas se encuentran subocupadas son: quieren trabajar más para aumentar sus ingresos (32% del total), laboran menos de 35 horas por razones de mercado (5%), o tienen un vínculo laboral pero están en paro técnico (0.2%). A pesar de que esta última categoría se vio afectada a inicios de la pandemia, en el 1T2022 muestra un nivel similar al del 1T2019 (0.1%).

La población subocupada representa el 8.9% de la población que trabaja en el país, lo cual se traduce en 5 millones 21 mil 419 mexicanos con empleo, pero que quieren trabajar una mayor cantidad de horas. Los estados cuya problemática de subocupación es más fuerte son Tlaxcala, Oaxaca y Ciudad de México, con una tasa promedio de 15.3%. En el otro extremo están Baja California, Morelos y Querétaro, con tasas de entre 3.4% y 1.6%.

La población disponible pero no económicamente activa (o PNEA disponible), el último de los componentes de la brecha en términos de impacto, mide la capacidad del mercado laboral para atraer trabajadores, ya que considera la percepción que las personas de 15 años o más tienen sobre sus posibilidades de encontrar empleo. Actualmente, el número de mexicanos y mexicanas que tienen disponibilidad para trabajar pero no buscan empleo es de 7 millones 591 mil 225 mexicanos, lo cual representa el 18.6% de la población no económicamente activa.Esto quiere decir que 2 de cada 10 personas que no participan activamente en la economía lo harían si pensaran que hay trabajo para ellos.

El número de personas en esta situación ha incrementado sustancialmente a raíz de la pandemia, y muestra un aumento de 33.7% respecto al 1T2020. La principal causa por la cual un potencial trabajador se encuentra disponible pero no económicamente activo es la desmotivación para buscar empleo por creer que no lo encontrará (98 de cada 100 personas en la PNEA disponible están en esa situación).

Una señal de que el mercado laboral no está generando empleo suficiente para la fuerza laboral capacitada, es que la PNEA disponible cuenta con un cierto nivel de educación, ya que el 35.4% de ellos cuenta con estudios de nivel secundaria y 27.3% con preparatoria y universidad.

Por otra parte, es claro que el tema afecta más a las mujeres: mientras que hay 2.9 millones de hombres que no participan en la economía pero están disponibles para un empleo, esta cifra asciende a 4.7 millones en el caso de las mujeres. Además de reflejar las diferencias en la percepción que hombres y mujeres tienen sobre sus posibilidades de conseguir trabajo, esto significa que 14.4% de la fuerza potencial femenina no está siendo aprovechada debido a una percepción de pocas oportunidades laborales, que resulta en pocos incentivos para buscar empleo. En contraste,  la cifra para los hombres es de 5.2%.

En conjunto, la población desocupada, subocupada y la PNEA disponible componen una medida comprensiva sobre el potencial sin aprovechar de la fuerza laboral del país, y sobre la brecha entre las oportunidades de empleo que ofrece el mercado y la cantidad de personas dispuestas para tomarlas. En ese sentido, la brecha laboral es un indicador de los retos que persisten para proveer empleo suficiente a la población en edad de trabajar.

Los datos de esta brecha al cierre del 1T2022 muestran que 7.4 millones de mujeres no aportan las horas laborales que podrían a la economía, y 7.2 millones de hombres también tienen empleo insuficiente. En total, el potencial no aprovechado de la fuerza laboral es de 14.6 millones de mexicanos que no aportan su tiempo y habilidades a la economía remunerada. Los retos son mayores en ciertas regiones: en Tlaxcala, Oaxaca o la Ciudad de México, 3 de cada 10 trabajadores potenciales se desaprovechan, mientras que en Querétaro y Jalisco sólo 1 de cada 10 tiene empleo insuficiente.

Tanto la pérdida de empleos en el primer trimestre de 2022 como la persistencia de una brecha laboral mayor al 20% subrayan la necesidad de generar más empleos para aprovechar el potencial completo del capital humano del país, y así garantizar ingresos suficientes para la población. Para ello, es necesario impulsar el desarrollo económico y mejorar las condiciones del mercado laboral. En ese sentido, el IMCO Propone:

  • Elevar las condiciones laborales para las mujeres, de manera que la percepción sobre sus posibilidades de empleo mejore y se incentive una mayor participación femenina en la economía. Para ello, es necesario ajustar políticas de contratación tanto en el sistema público como el privado, al garantizar igualdad en las oportunidades para ambos sexos. Además, la reducción en la diferencia entre salarios ofrecidos a hombres y mujeres es fundamental para generar una percepción de un mercado laboral igualitario en el que más mujeres busquen participar.
  • Tener condiciones básicas como un estado de derecho sólido, un sistema político estable, y una economía dinámica, entre otros componentes. Una región más competitiva, con un entorno que fomente los negocios y el crecimiento económico, tiene una mayor capacidad de atraer y retener talento e inversión, y mejores posibilidades para generar empleo suficiente para su población, que aproveche los recursos humanos existentes. Para elevar la competitividad del país y sus estados, se deben usar herramientas como el Índice de Competitividad Estatal, que muestran los pendientes que cada región enfrenta para atender el tema.

Para más información sobre el mercado laboral y la mujer en la economía, visita nuestros monitores de competitividad.