Artículo

¿Estamos cerca de tener las mismas oportunidades que ellos?

Cerrar las brechas laborales, educativas y de participación política de las mujeres, es un reto constante al que se enfrentan todas las naciones del mundo. Cuando los gobiernos y la ciudadanía trabajan de la mano para generar condiciones que permitan que tanto mujeres como hombres tengan las mismas oportunidades, las personas mejoran sus expectativas de vida actuales y sobre su futuro, además logran desarrollarse personal, laboral y profesionalmente.

Desde 2006, el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) analiza, en su Índice Global de Brecha de Género, cómo han avanzado los países en relación al cierre de la brecha de género. 

El estudio considera la participación política de las mujeres, su inserción en la fuerza laboral y las oportunidades que tienen en educación y salud, como ejes centrales de los 153 países analizados.

En el último reporte de resultados se perciben avances importantes a nivel global. Por citar un caso, la participación de las mujeres en las decisiones políticas mejoró en 108 países respecto al año pasado. Esto se debe a un aumento significativo del número de mujeres en los parlamentos a nivel global: Letonia, España y Tailandia son ejemplo de ello. No obstante, en muchos casos, existen congresos que no tienen siquiera a una mujer como representante de la ciudadanía.

En el caso de México, hay buenas noticias. Este año, nuestro país alcanzó la posición global número 25 en cuanto al cierre de su brecha de género con un porcentaje de 75.4%. En gran medida, este resultado se debe a un incremento en el número de mujeres en el Congreso, pues representan poco más del 48% de los escaños. Además, la brecha de salud y educación se ha cerrado paulatinamente en comparación con años anteriores.

A pesar de estos resultados, hay retrocesos graves pues aún se observan brechas significativas en los ingresos que perciben, con una disparidad del 54% respecto a los hombres. Lo anterior se puede traducir en que, a pesar de la instauración de nuevas políticas en las organizaciones, las mujeres aún son menos valoradas que los varones  como fuerza laboral. 

Además, solo el 47% de las mujeres se encuentran económicamente activas y el 26.4% de ellas trabajan a tiempo parcial. Esto se explica porque hay mujeres que pasan tres veces más tiempo que los hombres en actividades de cuidado doméstico no remuneradas.

Si queremos hablar de paridad de género, esta debe traducirse en políticas públicas orientadas a aprovechar el talento de mujeres; por ejemplo, a través de flexibilidad en las condiciones de trabajo para hacerlas más compatibles con la vida personal, convocatorias para puestos de alto rango dirigidas solo a mujeres o acciones de movilidad que garanticen su seguridad.

Comprometerse con reducir las brechas de género significa considerar a las mujeres como un eje clave en el desarrollo de un país. Solo de esa manera podremos garantizar que las niñas de ahora tendrán las oportunidades necesarias para subir en la escalera social.

Publicado por Animal Político
18-12-2019