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Hola 2025

FOTO: MARIA DI PAOLA BLUM/CUARTOSCURO.COM

El año pasado empezó con la incertidumbre que los procesos electorales implicarían globalmente. Este empieza con la incertidumbre que las políticas de algunos de los personajes electos tendrán. México, por un lado, tendrá que vivir con las consecuencias de cambios estructurales iniciados en la administración pasada y concretados al inicio de la actual, pero por otro, recibirá el impacto de las políticas económicas del presidente Trump.

Para nadie será sorpresa ya la imposición de aranceles. La duda que aún existe es la forma en la que serán implementados. El Washington Post señalaba ayer que los asesores del próximo presidente de Estados Unidos están proponiéndole aranceles universales, pero solo a algunos productos que podrían considerarse críticos, como acero, aluminio, baterías y suministros médicos. Su evaluación es que el daño —incluyendo el ocasionado al propio Estados Unidos— sería menor.

El impuesto, según el diario, sería aplicable a ciertos bienes independentemente de su procedencia, aunque Trump negó que eso esté sobre la mesa y agregó que Canadá podría librarse de los aranceles si accede a convertirse en un estado más de la Unión Americana.

Más allá de la probabilidad que cada uno asigne a los diferentes escenarios, sabemos ya que son mayores a cero. Solo ese hecho debería de revelarnos la magnitud de la incertidumbre. Que el presidente de la economía más grande del mundo pretenda que Canadá —solo 10 posiciones debajo de esta— sea un estado más revela el tipo de persona que gobernará al principal socio comercial de México. Solo para referencia, el PIB per cápita canadiense —ajustado por poder adquisitivo— es cercano a los 63 mil dólares. El de México ronda los 25 mil. El juego de poder no estará equilibrado.

Pero además de los factores externos, México tendrá que administrar sus propias políticas procíclicas en un entorno de menor crecimiento. Las expectativas de crecimiento para este año están por debajo de 1.5% con algunas instituciones que estiman que México no llegará siquiera a 1% durante el año. En este entorno y debido a la resaca que el desorden fiscal de 2024 metió a las finanzas públicas, Hacienda se verá obligada a hacer recortes.

En términos reales, el ajuste podría parecer menor, pero el recorte se dará en prácticamente todas las áreas en las que se pueda meter la tijera y eso incluye, desde luego, rubros como salud y seguridad. El recorte —está por verse qué tanto verdaderamente se respeta lo aprobado— impulsará un ciclo que ya muestra la desaceleración.

Las cifras de empleo publicadas ayer por el IMSS dejan ver el estancamiento. En diciembre se eliminaron más de 400 mil plazas de empleo formal lo que lleva la cifra de creación de empleo a casi 214 mil, el más bajo desde 2010 sin considerar el año de la pandemia. Los 22,238,379 trabajadores formales que hay en el país representan aproximadamente 36% de la población ocupada. La mayor parte, 54.6% lo hace desde la informalidad. Entre más cara se haga la creación del primero, más crecerá el segundo.

La relación entre México y Estados Unidos será más compleja que durante la primera presidencia de Trump. Y tomará a México, una vez más, sin haber hecho la tarea. Poco podremos presumir en cuanto a fortaleza institucional y solidez del estado de derecho. La productividad tampoco ha mejorado y los recursos públicos se han usado de forma ineficiente.

El gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum enfrentará retos gigantescos en un entorno que se irá complicando semana a semana. Así empieza 2025.

Publicado en El Universal

07-01-2025