Opinión

Los datos de la semana

FOTO: HILDA RÍOS/ CUARTOSCURO.COM

Hay semanas en las que los datos económicos son muy escasos y semanas en las que abundan. Ayer se presentaron las cifras de inversión fija bruta y consumo de agosto. También hubo datos de producción, venta y exportación de vehículos ligeros y algunos números relevantes sobre la deuda que tiene Pemex con proveedores. Hoy se presentarán las cifras de inflación en octubre y las reservas internacionales. El miércoles habrá información sobre la balanza comercial, la actividad industrial a nivel estatal y ventas al menudeo.

El jueves sabremos cómo se comportó la actividad industrial en septiembre y conoceremos la decisión de política monetaria de Banco de México. Los datos de empleo que saldrán el viernes nos permitirán saber si el empleo formal ya recuperó sus niveles prepandemia, aunque sabemos de antemano que será aún insuficiente para darle cabida a las personas que se incorporaron a la población económicamente activa durante los meses transcurridos desde el inicio de la contingencia. Además, tendremos un panorama del sector turístico al segundo trimestre del año que se complementará con la encuesta de viajeros internacionales de septiembre que se publica mañana.

Los datos de ayer —inversión, consumo y de vehículos ligeros— muestran una recuperación lenta en el primero y claros obstáculos en los otros dos. La inversión fija bruta creció en agosto 1.1% frente a julio, habiendo crecido marginalmente en julio y contrayéndose en junio. El impulso de este crecimiento, si es que podemos usar ese término para un crecimiento de esa magnitud, se dio en la inversión fija en el sector construcción, específicamente residencial, porque la inversión en maquinaria y equipo se contrajo. El indicador se encuentra en niveles similares a los que tuvo durante 2011, diez años por recuperar aún.

El consumo, por su parte, cayó 0.6% durante agosto en la comparación frente al mes previo. Si bien es una contracción ligera, en julio se mantuvo constante habiendo caído 0.8% en junio. El indicador se encuentra por debajo de los niveles previos a la pandemia y los baches que se observan en su recuperación revelan un rebote más accidentado que el que nos gustaría ver en el consumo que es, al final del día, el componente más relevante en la medición del Producto Interno Bruto.

La industria automotriz representa alrededor de 3.4% del PIB del país. El sector es particularmente relevante en el centro y el norte y ha estado vinculado con mejoras sustanciales en la productividad y crecimiento de esta región. Sin embargo, los cuellos de botella en las cadenas de suministro y la escasez de semiconductores le ha puesto un freno a la industria.

En octubre se produjeron 257 mil 813 vehículos ligeros, casi 26% menos de los producidos hace un año. Se vendieron 76 mil 640 autos, 9.14% menos de los que se vendieron en octubre del año pasado cuando el país se encontraba todavía viviendo los estragos del covid. La exportación de vehículos cayó prácticamente 20% durante el mes. Miles de coches parados en las líneas de producción esperando que lleguen los chips necesarios para poder ser terminados. El choque repercute evidentemente en los tiempos de espera y en los precios correspondientes.

La semana nos seguirá dando datos relevantes para ir formando las expectativas del comportamiento de la economía mexicana durante el último mes del año, pero sobre todo para ajustar las del año venidero. La recuperación —o el rebote— no será tan dinámico ni tan veloz como nos gustaría. En términos per cápita habrá que esperar aún más.

*Las opiniones expresadas en esta columna son responsabilidad de la autora y no representan la postura institucional.

Publicado en El Universal.

9-11-2021