¿Estás cansado del transporte público ineficiente, inseguro y caro? ¿Han pasado días desde la última vez que cayó una gota de agua potable en tu vivienda? ¿Tienes trámites pendientes, pero hacerlos te tomaría más de una vuelta al ayuntamiento y uno o varios días perdidos? ¿Leíste esto con voz de infomercial? Pues te tenemos la solución…
Ayer el Instituto Mexicano para la Competitividad presentó el Índice de Competitividad Urbana 2023 (ICU 2023), un estudio que analiza el desempeño de 66 ciudades a través de 69 indicadores divididos en 10 subíndices. Pero más allá del ranking, del que hablamos todos los años y que suele ser objeto de primeras planas, y provocar el orgullo -o enojo- de presidentes municipales y gobernadores en sus informes de gobierno y campañas electorales, el IMCO presentó un manual llamado #ImpulsaTuCiudad. En él proponemos políticas públicas orientadas a la transformación de los centros urbanos.
Muchos de los problemas públicos que nos afectan directamente en la vida diaria tienen que ver con las ciudades; su planeación y gestión es uno de los retos más grandes de la sociedad moderna. Sin embargo, la mayoría de los gobiernos encargados de resolverlos están “atados de manos” en materia presupuestal y administrativa para tomar acción. Entonces, ¿qué sí pueden hacer?
El manual plantea cinco propuestas principales:
- #ImpulsaTuCiudad con un gobierno digital para una gestión eficiente de los recursos.
- #ImpulsaTuCiudad con catastros digitales para una mejor planeación.
- #ImpulsaTuCiudad con el tratamiento sostenible del agua para garantizar el acceso y hacer frente a riesgos climáticos.
- #ImpulsaTuCiudad con mejores sistemas de movilidad, seguros e inclusivos.
- #ImpulsaTuCiudad con estrategias para la atracción de inversión.
Todas estas propuestas caen en el margen de maniobra de los gobiernos municipales, y aunque puede que algunas sean más adecuadas que otras dependiendo de la ciudad (por ejemplo, Monterrey debe enfocarse en el tema del agua, mientras Tijuana debe priorizar la inversión en transporte público), la mayoría de las zonas urbanas tienen uno o varios desafíos en común.
Explicar cada una de ellas y sus potenciales beneficios alargaría demasiado este texto (puedes consultarlas aquí), pero, en resumidas cuentas, el mensaje es este: los ciudadanos también podemos proponer herramientas que mejoren nuestro entorno más inmediato.
La digitalización de los trámites nos ahorraría tiempo y recursos a nosotros y a los gobiernos, además de reducir potenciales situaciones de corrupción. Prepararnos para las sequías e incrementar el caudal de agua tratada evitaría que pasáramos meses enteros sin acceso a este recurso. Modernizar los catastros para incrementar el cobro del predial resultaría en una mayor recaudación y, por ende, mayor independencia en las decisiones de los gobiernos municipalesque podrían invertir en educación, en salud, y en la infraestructura que tanto necesitan. Crear estrategias de inversión enfocadas en las fortalezas de cada ciudad haría toda la diferencia para atraer inversión en el contexto del nearshoring.
No hay que descubrir el hilo negro o inventar el agua tibia. Las oportunidades están ahí para tomarlas. Los diagnósticos están hechos, las propuestas escritas. El Índice de Competitividad Urbana 2023 es un documento vivo, diseñado para que lo usemos y citemos. No está demás tenerlo a la mano. Se acerca cada vez más el 2024.
Publicado en Animal Político.
30-11-2023