Todos sabemos qué es el impuesto predial. Año con año llega el día en que se tiene que pagar. Ya sea que lo hagamos desde el celular, vayamos a una dependencia de gobierno, o tengamos que acudir a algún quiosco o tienda de conveniencia, el predial es un impuesto bien conocido. Sin embargo, rara vez indagamos sobre sus efectos o nos preguntamos cómo es que el gobierno decide cuánto cobrar. Esta parte desconocida de la historia es la de los catastros municipales.
El catastro municipal es una herramienta que le permite a los gobiernos ubicar, describir y registrar las características de la propiedad inmobiliaria. Este inventario es utilizado principalmente para determinar el monto del impuesto predial que cada propietario tiene el deber de pagar. Sin embargo, los catastros municipales tienen muchos usos que van más allá de tan solo cobrar el predial. Un catastro municipal bien aprovechado tiene el potencial de mejorar el desarrollo individual y colectivo de las personas que habitan en un municipio.
Un catastro actualizado tiene el potencial de contarnos la historia entera de un municipio y, en consecuencia, determinar el futuro del mismo. Un catastro contiene información sumamente valiosa para el gobierno, la ciudadanía y futuros inversionistas. Más allá de aumentar la recaudación, los catastros municipales pueden contribuir al ordenamiento territorial, desarrollo urbano y económico, planeación urbana o seguridad pública. Todos estos usos permiten que un gobierno pueda garantizar de mejor manera derechos como vivienda digna, movilidad, agua o medio ambiente.
La triste historia de los catastros municipales es que, a pesar de todos los beneficios que tienen que ofrecer, en 2020 el 45 % de los municipios optó por no utilizar la información catastral. Lo que es aún más grave es que, en 2020, solo el 5.96 % de los municipios actualizaron 100 % de su catastro. Esto solo deja ver el gran desaprovechamiento que existe de parte de los gobiernos. ¿Cómo es posible que, teniendo un potencial tan amplio, los catastros no sean aprovechados para mejorar la vida de sus ciudadanos?
Existen retos políticos, normativos y administrativos que son difíciles de superar. El primero de ellos se refiere a los costos electorales que conlleva actualizar los catastros municipales, ya que esto propicia un mayor cobro de impuestos. ¿Algún candidato prometería cobrar más impuestos? En segundo lugar, los retos normativos emanan de las reglas de transferencia de recursos de los estados a los municipios, ya que fomentan que los gobiernos locales no se esfuercen por desarrollar sus propias capacidades de recaudación. Por último, los retos técnicos están vinculados a los costos y a la capacidad administrativa del sistema catastral para dar respuesta a los problemas del entorno municipal.
Mantener los catastros actualizados y superar cada uno de los obstáculos que plantea su actualización no es tarea sencilla. Sin embargo, que algo sea difícil no significa que no se deba trabajar para lograrlo. Los catastros municipales tienen mucho que ofrecernos. Mientras continuemos desaprovechando las herramientas que ya existen, no podemos esperar que nuestro entorno municipal mejore. En definitiva, hay potencial en los catastros municipales. Solo hace falta aprovecharlo.
Publicado en Animal Político.
29-06-2023