- Para reducir el déficit público del 5.0% al 2.5% del PIB entre 2024 y 2025, la Secretaría de Hacienda plantea un recorte del gasto neto pagado en este último año de 8.8% en términos reales: pasaría de 9.14 billones de pesos en 2024 a 8.66 billones de pesos en 2025.
- El Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) –la medida más amplia de la deuda del sector público federal– alcanzaría en 2025 los 18.16 billones de pesos, saldo equivalente al 50.2% del PIB.
- El costo financiero de la deuda llegaría a 1.23 billones de pesos en 2025, monto que equivale al 14.2% del gasto estimado para ese año.
En cumplimiento al artículo 42 de la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria (LFPRH), el 27 de marzo de 2024, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) envió al Congreso de la Unión los Pre-Criterios Generales de Política Económica (PCGPE) 2025.
Ante la importancia de este documento, cuya entrega al Congreso marca el inicio del proceso que culminará con la aprobación de la primera Ley de Ingresos de la Federación (LIF) y el primer Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) de la administración que tome posesión el próximo 1 de octubre, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) analizó sus principales componentes: 1) el marco macroeconómico estimado para 2025, 2) el comportamiento esperado de las finanzas públicas y 3) los montos “deseables” para el siguiente ejercicio fiscal de los principales programas presupuestarios de la actual administración.
En esta edición de los PCGPE, la Secretaría de Hacienda plantea reducir a la mitad el déficit público en 2025, además de alcanzar un superávit primario por primera vez desde 2020, ya que se espera que ese año los ingresos sean superiores al gasto (sin incluir el pago de intereses de la deuda). Para lograr este objetivo, propone un recorte al gasto neto pagado. Específicamente a su componente programable –gasto que se destina a proveer bienes y servicios públicos–, el cual pasaría de 6.62 billones de pesos en 2024 a 6.04 billones de pesos en 2025: un recorte de 578.9 mil millones de pesos (mmdp) o (-)12.1% en términos reales.
Marco macroeconómico en 2025
La política fiscal del sector público federal está estrechamente vinculada al comportamiento de distintas variables macroeconómicas, por lo que es importante que las estimaciones que utiliza la SHCP en los PCGPE 2025 para pronosticar los ingresos, gasto y deuda del siguiente ejercicio fiscal se cumplan, especialmente en lo que respecta al producto interno bruto (PIB) y otras variables como el tipo de cambio, la tasa de interés, y el precio y plataforma de producción de petróleo crudo.
La relevancia de una estimación precisa del crecimiento del PIB, por ejemplo, se refleja en los cálculos plasmados en los PCGPE, según los cuales un aumento adicional de un punto porcentual en la tasa de crecimiento real de la economía en 2025 –con respecto a la estimada por la SHCP– se traduciría en una recaudación adicional de 53.0 mmdp de ingresos tributarios.
A este respecto, la Secretaría de Hacienda estima que el crecimiento real de la economía mexicana en 2025 se ubicará en un rango de entre 2.0 y 3.0%. Este intervalo incluye a las estimaciones puntuales de crecimiento para 2025 de BBVA (2.4%), el Banco Mundial (2.1%) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (2.0%). En el caso de 34 analistas encuestados por Citibanamex (1.8%), el Banco de México (1.5%) y el Fondo Monetario Internacional (1.5%), sus estimaciones se ubican por debajo del límite inferior del cálculo realizado por la SHCP.
A partir de este marco macroeconómico, la SHCP estimó el comportamiento de las finanzas del sector público durante el siguiente ejercicio fiscal.
Finanzas públicas en 2025
Para el ejercicio fiscal 2025, el Ejecutivo federal considera un escenario de consolidación fiscal vía un recorte al gasto público, principalmente.
Ingresos
Se estima que los ingresos presupuestarios asciendan a 7.77 billones de pesos en 2025. Este monto sería 0.6% mayor, en términos reales, a los ingresos que la SHCP calcula obtener en 2024 (7.44 billones de pesos).
Este incremento se explica, principalmente, por un crecimiento esperado de los ingresos tributarios, así como de los ingresos de organismos y empresas (p. ej. CFE, IMSS e ISSSTE). En el caso de los ingresos que se obtendrían vía impuestos, se anticipa que tengan un crecimiento real de 3.0% al pasar de 4.96 a 5.30 billones de pesos entre 2024 y 2025. En cuanto a los ingresos de organismos y empresas, estos crecerían 7.4% en términos reales al pasar de 1.08 a 1.21 billones de pesos.
En cambio, se calcula que los ingresos petroleros caerán (-)13.5%, en términos reales, al pasar de 1.10 billones de pesos en 2024 a 990.4 mmdp en 2025 como consecuencia de una reducción estimada del precio de petróleo entre esos años: de 71.3 dólares por barril (USD/b) en 2024 a 58.4 USD/b en 2025.
Gasto
Para el ejercicio fiscal 2025 se contempla un gasto neto pagado por parte del sector público federal de 8.66 billones de pesos (un promedio de 64 mil 961 pesos por habitante). Este monto sería (-)8.8% menor, en términos reales, al gasto que la SHCP estima ejercer en 2024 (9.14 billones de pesos).
Esta disminución se explica, principalmente, por una reducción de 12.1% real al gasto programable pagado, el cual se destina a la provisión de bienes y servicios públicos. Se estima que en 2024 este tipo de gasto alcance los 6.62 billones de pesos, mientras que para 2025 se proyecta que ascienda a 6.04 billones de pesos, lo que implica un recorte de 578.9 mmdp.
En cuanto al gasto no programable, que incluye al costo financiero de la deuda, participaciones federales y adeudos de ejercicios fiscales anteriores –Adefas–, se estima que tenga un crecimiento marginal (0.1% real), al pasar de 2.53 a 2.63 billones de pesos entre 2024 y 2025.
Balance y deuda pública
De materializarse las estimaciones de la Secretaría de Hacienda en cuanto al crecimiento de los ingresos y la disminución del gasto, en 2025 se reduciría a la mitad el déficit público y se alcanzaría un superávit primario por primera vez desde 2020. El déficit presupuestario estimado para 2025 asciende a 889.9 mmdp, por lo que es (-)49.6% menor, en términos reales, al esperado para 2024 (1.70 billones de pesos). Como porcentaje del PIB, el déficit pasaría de 5.0% a 2.5% entre esos años.
En cuanto al balance primario, que excluye el costo financiero del gasto total, se anticipa que en 2025 sea superavitario y que sea equivalente al 0.9% del PIB, lo cual contrasta con el déficit primario previsto para 2024 de 1.4% del PIB.
Como consecuencia de la reducción del déficit, la SHCP calcula que al cierre de 2025 el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) alcanzará los 18.16 billones de pesos y se estabilizará alrededor del 50.2% del PIB.
Programas prioritarios en 2025
En los PCGPE 2025 se enumeran 71 programas presupuestarios prioritarios junto con sus montos “deseables” para el próximo ejercicio fiscal. Es decir, el presupuesto que el Poder Ejecutivo, a través de la Secretaría de Hacienda, sugiere para estos programas en 2025.
Estos programas –a cargo de 19 distintos ramos administrativos–, tienen un presupuesto total sugerido de 1.25 billones de pesos para 2025 (14.5% del gasto total estimado). Esta cifra es igual, en pesos constantes, al monto aprobado en el PEF 2024 (1.21 billones de pesos), ya que se contempla que el presupuesto de cada uno de estos programas crezca conforme a la inflación esperada. Este es el caso, por ejemplo, de los siguientes programas:
- Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores: pasaría de 465.0 mmdp en 2024 a 483.0 mmdp en 2025.
- Programa de Becas de Educación Básica para el Bienestar Benito Juárez: pasaría de 49.9 mmdp en 2024 a 51.8 mmdp en 2025.
Aunque la estrategia de consolidación fiscal planteada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para el próximo ejercicio fiscal tiene como objetivo sanear las finanzas del sector público federal, es fundamental que el recorte propuesto al gasto público, en caso de implementarse, se aplique de manera que se minimice su impacto en la provisión de bienes y servicios, así como en la competitividad del país. Esto podría lograrse mediante una revisión cuidadosa de los programas presupuestarios del Gobierno federal, priorizando aquellos que demuestren técnicamente su contribución al bienestar de la población mexicana.