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La güija del Tata Lázaro
El economista twitero Gerardo Esquivel identifica al tablero de la güija como una herramienta indispensable para destrabar el debate de la reforma energética. Para los escépticos, la güija es un juego ñoño que sirve para espantar incautos. Sin embargo, algunos ven este alfabeto dibujado sobre un pedazo de madera como un medio para comunicarse con la voluntad de los difuntos. Hace casi un siglo, el presidente Francisco I. Madero usaba la güija para consultar las opiniones del más allá con respecto a los problemas del México revolucionario. Al parecer, a la güija de Madero le ocurrió lo mismo que a un celular de Telcel: justo cuando los espíritus le iban a revelar que Victoriano Huerta era un chacal traicionero, la comunicación se cayó sin remedio, ni respuesta.