Como cada seis años, este domingo 5 de junio los tamaulipecos tendremos la oportunidad de redefinir el futuro de nuestro estado. Una herramienta útil para observar la fotografía actual de la entidad es el Índice de Competitividad Estatal (ICE) 2022 elaborado por el IMCO. Tamaulipas es uno de los estados que más ha avanzado en las últimas ediciones. Este año, incluso estuvo cerca de los primeros 10 estados con mayor capacidad de atraer y retener talento e inversión.
Si hablamos de aquello para lo que son buenos los estados, lo de Tamaulipas es sin duda su alta capacidad de integración a las cadenas de suministro globales: 370 km de frontera con Estados Unidos, 17 cruces fronterizos, 3 puertos marítimos, y una de las aduanas comerciales más dinámicas en recaudación y volumen de comercio transfronterizo. Las cifras hablan por sí mismas del siempre presente potencial económico del estado.
Tamaulipas necesita proyectos de infraestructura que permitan maximizar los beneficios de ser una de las principales puertas a los mercados globales. Dos inversiones actuales que están encaminadas hacia ese objetivo: la carretera TAM – Bajío y el corredor North Point en Altamira, “el parque industrial más grande de México”. De concretarse de forma eficiente, estos proyectos tienen el potencial de generar nuevos clústeres industriales, mejorar la plataforma logística y conectar al estado con el dinamismo económico del centro bajío, que se vive principalmente en Querétaro o Aguascalientes.
Sin embargo, estar en la frontera también implica una serie muy particular de riesgos. Desde hace unos años, hablar de Tamaulipas se convirtió casi en un sinónimo de violencia. El estado ha mejorado en materia de seguridad en comparación a lo que fue 12 años atrás, pero la presencia del crimen organizado perdura, y la reputación del estado sigue afectada. En el ICE 2022, Tamaulipas retrocedió dos lugares en el subíndice “Sistema de derecho confiable y objetivo”, el cual analiza la seguridad pública y jurídica de las entidades federativas. El deterioro se debe a un peor desempeño en los indicadores de secuestros e incidencia delictiva, situación que persiste en la frontera norte del estado.
Otro reto que tiene la próxima administración es lograr que Tamaulipas cabalgue a la par de sus socios norteños. De las tres entidades que conforman el noreste mexicano, Tamaulipas permanece como la más rezagada. Sus vecinos, Nuevo León y Coahuila, ya son parte del club de los 5 estados más competitivos de México. Incluso Sinaloa, Sonora y Baja California Sur, en el noroeste, están en el top 10.
Ahora bien, como en cualquier entidad, Tamaulipas no es un bloque homogéneo; también existen historias de éxito localizadas. Me permito destacar el caso de la región de donde soy oriundo: Tampico, también conocido como el “Puerto Jaibo”, es hoy la segunda ciudad más segura de México, situación que contrasta con la violencia que existía hace más de 10 años cuando estudiaba la preparatoria ahí. Las urbes son el principal polo de atracción y retención de talento e inversión. Es bueno saber que existen ciudades que caminan en el sentido correcto. Tamaulipas, como entidad, puede lograr los mismos resultados.
Estos son tan solo algunos de los datos que muestran los avances y retrocesos de Tamaulipas. Lo que está en juego esta elección es consolidar la competitividad del estado, así como lograr una sociedad más justa e incluyente, donde las y los jóvenes puedan desarrollarse libremente, y no tengamos que migrar de ahí para encontrar un buen empleo y calidad de vida.
Consulta el Índice de Competitividad Estatal 2022 aquí.
Publicado en Animal Político.
03-05-2022