Se podrían haber evitado casi 190 mil muertes en México de haberse manejado mejor la pandemia. Esa es una de las conclusiones a las que llega el Institute for Global Health Sciences de la Universidad de California en San Francisco al hacer el estudio de caso de México y su respuesta ante el Covid-19. El estudio muestra, siempre con datos y evidencia, el mal manejo que ha dado el gobierno a la pandemia, empezando por la bajísima aplicación de pruebas de diagnóstico, pasando por los análisis con supuestos errados, y terminando con miles de muertes que podían haberse evitado de haberse abordado la emergencia de forma distinta.
Usando datos oficiales, en México han muerto alrededor de 210 mil personas de covid. Todos sabemos que esa cifra está subestimada. El estudio muestra cómo desde el principio las proyecciones oficiales del impacto de la pandemia en el país estaban erradas. Uno pensaría que los pronósticos presentados por las autoridades de salud contemplarían las características específicas de la población mexicana –ya se sabía que el virus afectaba de forma particularmente agresiva a personas con comorbilidades comunes entre los mexicanos– y las acciones de política pública dirigidas a atender los efectos de la pandemia. Así se habrían obtenido tanto las estimaciones de la llegada de los diferentes picos de la enfermedad en México, como el estimado de fallecimientos bajo diferentes escenarios.
Las proyecciones para México tomaron en cuenta la proporción de personas infectadas, las que buscarían atención médica y las que enfermarían gravemente basando sus supuestos en que la transmisión viral seguiría la misma evolución que siguió en la provincia de Hubei, sin considerar las diferencias en la población ni las intervenciones que realizó el gobierno chino para frenar los contagios. Con esos supuestos se llegó al escenario catastrófico que implicaría 60 mil muertes. No sorprende entonces la magnitud de la equivocación.
Durante los meses que lleva la pandemia se han dejado de atender otras enfermedades, ya sea por la cancelación de procedimientos por parte del sector salud o de los propios pacientes. El diagnóstico de afecciones cardiacas se ha reducido 45%, el de diabetes 27% y el de cáncer de mama 20%. Así, las muertes por otras razones también se han incrementado. El “exceso de mortalidad” en México es 42.9%, mientras que el promedio de un grupo amplio de países es 17.3%. Pocos países muestran un exceso de mortalidad mayor al de México, solo Perú, Ecuador y Bolivia. Es a partir de ese porcentaje que el estudio de caso llega a las 190 mil muertes que podrían haberse evitado, de la diferencia entre el exceso de mortalidad promedio frente al de México.
Desde la realización de las pruebas hasta la atención de la enfermedad la desigualdad ha estado presente, y ha costado más vidas en los deciles de más bajos ingresos o en los segmentos de mayor marginación socioeconómica. El prácticamente nulo apoyo fiscal que se ha entregado hará que las desigualdades solo se amplíen.
El estudio no tiene desperdicio. El mal manejo de la pandemia le ha salido muy caro al país y le seguirá saliendo mientras no se esté dispuesto a aprender de los errores para corregir el rumbo. Serán muchas más de 190 mil vidas.
Publicado en El Universal
13-04-2021