La caída económica que tuvo México durante 2020 fue de las mayores a nivel mundial. No hay duda alguna de que la pandemia jugó el mayor papel en ese choque económico brutal, pero la caída ya estaba en marcha -en cámara lenta quizás- desde 2019, año en el que la inversión no hizo más que caer. Estamos casi a la mitad de 2021 y a pesar de haber tenido un primer trimestre poco optimista en la economía mexicana, parece que las expectativas de crecimiento para el país rondan 5%, no una recuperación propiamente, pero por lo menos un rebote.
Es difícil pronosticar con exactitud a qué se deberá el crecimiento, pero sabemos que poco se deberá a una revitalización del mercado interno y que más bien será el momento de aplicar la multicitada frase de “si a Estados Unidos le va bien, a México también”. No fue el caso en 2019 cuando Estados Unidos creció 2.9% y México no creció, pero todo indica que este año --dadas las expectativas de crecimiento por arriba de 6% de nuestro país vecino-- México se beneficiará del dinamismo estadounidense y de los incrementos en el gasto público de ese país.
Chihuahua tendrá elecciones para 168 cargos de elección popular entre la gubernatura, los ayuntamientos, los síndicos y los diputados de su congreso. Una elección relevante para uno de los estados más vinculados a la economía estadounidense. Chihuahua es la entidad con mayor crecimiento del PIB real en los últimos tres años y es, dada su enorme ventaja geográfica, el estado con mayor exportación de mercancías en función de su propia producción (138%). Es también, el quinto estado con mayor proporción de población ocupada. La relación de su sector económico con las cadenas productivas de América del Norte ha propiciado la formalización de esos empleos. Chihuahua es, en ese sentido, la segunda entidad con menor informalidad en el país, únicamente 37% comparado con el resto de México en el que rebasa 50%.
El 70% de la producción de Chihuahua se da en sectores de alto crecimiento y está por encima de la media nacional en el número de sectores que conforman su economía con más de 800. Su gente se capacita adecuadamente para los empleos que desempeña como lo muestra el Índice de Competitividad Estatal del IMCO: Chihuahua es la cuarta entidad con mayor proporción de población capacitada.
Con todo lo que el estado aprovecha los acuerdos comerciales hay mucho que podría mejorar para desarrollarse más y crecer a un mejor ritmo. La seguridad ha sido un tema recurrente en el estado. Chihuahua es la tercera entidad con mayor número de homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes, cifra que ha ido aumentado durante los últimos tres años. Los secuestros, el robo de automóviles y, en general, la incidencia delictiva del estado hacen que Chihuahua pierda parte importante del potencial que tiene. Pocas variables inciden más sobre la calidad de vida de los habitantes de cualquier lugar que la seguridad. No habrá logro económico ni plan de gobierno exitoso si no se logra mejorar la seguridad el estado. El reto es mayúsculo.
Los energéticos son indispensables para poder producir cualquier cosa. La eficiencia en su uso es clave no solo para el medio ambiente, sino para optimizar recursos. Sorprende la poca eficiencia de Chihuahua en este sentido. Mientras que la Ciudad de México necesita de 3,487 kilowatts hora (kwh) para producir un millón de pesos de PIB, Chihuahua requiere de casi cinco veces más kwh (16,910) para alcanzar la misma producción.
Chihuahua se ubica en la posición número 11 del Índice de Competitividad Estatal del IMCO. Ha perdido algunas posiciones con los años. Podría estar mejor. El Índice le da a los ciudadanos, a los políticos y a cualquier interesado una fotografía de mejor definición de lo que debería mejorar cada estado. La información está ahí. Ojalá sea de utilidad y los electores en junio voten más informados.
Publicado en Animal Político
11-05-2021