Investigación

COVID-19: Salvar a las mipymes y a sus trabajadores

Tras la declaración de emergencia sanitaria por el COVID-19, las empresas consideradas dentro de las actividades no esenciales como restaurantes, discotecas, cines, plazas comerciales, estadios, parques, etcétera, tendrán que interrumpir sus actividades hasta el 30 de abril.

Muchas de estas empresas son micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), que según el Censo Económico 2019 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi),  representan poco más del 99% de los establecimientos del país y emplean a más del 69% del personal ocupado. 

Además, buena parte de las mipymes trabajan en el sector informal, que representa el 11% del total del Producto Interno Bruto (PIB), de acuerdo con la Medición de la informalidad 2018 del Inegi, y que se caracteriza por no tener un número en el Registro Federal de Contribuyentes, no brindar seguro social a sus empleados, no tener registros contables ordenados y por carecer de un marco legal e institucional.  

¿Qué va a pasar con esas empresas y los empleos de esos trabajadores? 

Con la nueva declaratoria, estos negocios podrían no tener ningún ingreso durante un mes, mientras que sus costos fijos como renta y nómina y el pago de impuestos siguen corriendo. La contingencia orilla a los empresarios a recortar costos, en algunos casos, vía recorte salarial o vía despidos de personal. Aunque México se encuentra ante un escenario de incertidumbre, el Gobierno y las empresas deben ser corresponsables al apoyar el empleo y los ingresos de los trabajadores y sus familias. 

Aún no ha sido declarado el escenario de “contingencia sanitaria” establecido en el artículo 429 fracción IV de la Ley Federal del Trabajo. Que si bien es una alternativa que permitiría evitar despidos masivos, es un escenario en el que el patrón está obligado a pagar una indemnización de un día de salario mínimo por cada día que dure la suspensión, durante un mes máximo.

En el escenario de la evolución de la emergencia y la activación de la contingencia sanitaria, los trabajadores tendrían que vivir y mantener a sus familias con el salario mínimo:  123.22 pesos al día (185.56 en las zonas fronterizas). Esto representaría una disminución de los ingresos de los trabajadores dado que según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social y la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, el salario promedio en México es de 348.11 pesos al día. 

Por ello es importante que las empresas y el Gobierno establezcan medidas urgentes que permitan proteger a los trabajadores y empresas ubicados en los sectores que en este momento son más vulnerables. El objetivo concreto debe ser evitar despidos y  recortes salariales, ya que los ingresos de las familias pueden verse directamente afectados con la contingencia.  

IMCO propone al Gobierno federal y a los gobiernos estatales:   

1 Establecer de manera urgente planes económicos 

Esto representa una expansión del gasto público a corto plazo, el cual debe dirigirse a los sectores que están siendo impactados de manera directa. Esta ayuda no debe de llegar hasta que termine la contingencia o hasta que se declare que México está en recesión económica. Los apoyos a los trabajadores afectados deben llegar lo antes posible, sea de manera directa o vía apoyo a las empresas. El Gobierno debe hacer énfasis en que estos apoyos son parte de una etapa transitoria, no permanente.   

2 Priorizar los recursos a la población objetivo 

Dentro de la gran diversidad de trabajadores y de empresas que hay en México, deben considerarse las múltiples condiciones que hacen que unos grupos sean más vulnerables que otros ante el COVID-19, como señala el economista Santiago Levy en su artículo Superemos juntos la emergencia. Por ejemplo, empleados  identificados dentro del nivel de ingresos más bajo o los que se encuentran en sectores cuyos ingresos dependen de sus propinas, del turismo o de estar en la calle. El objetivo es triple: evitar el cierre de empresas, evitar caída de los ingresos de los trabajadores y ayudar a que las personas se queden en casa.

3 Sumar esfuerzos en vez de duplicarlos

Si bien los gobiernos estatales ya están implementando acciones desde sus recursos locales para apoyar a mipymes, trabajadores independientes, y grupos vulnerables, una vez que el Gobierno federal presente su plan económico, debe haber un reajuste en los apoyos otorgados. Esto con el objetivo de que los apoyos no se concentren únicamente en cierto grupo de empresas o trabajadores y que los gobiernos estatales puedan abarcar grupos locales no cubiertos por los planes federales.      

IMCO propone a las micro, pequeñas y medianas empresas:

1 Generar estrategias de austeridad enfocadas a la reducción de otro tipo de costos distintos a los salarios.

La estrategia de austeridad debe ser única y responder a las necesidades concretas de cada empresa. Los momentos de crisis requieren de creatividad para poder plantear soluciones que, en este caso, aseguren en mayor medida los salarios de los trabajadores durante abril y en los meses venideros. 

Pese a que por la suspensión de actividades muchos gastos corrientes o de operación, como el papel, los servicios de impresoras, el servicio de cafetería, el consumo de electricidad, viajes, comidas, etc.  se verán disminuidos, es importante plantear esquemas a mediano plazo que permitan generar ahorros en estos rubros.

2 Establecer procesos emergentes que ayuden a priorizar pagos.

Realizar una revisión de los contratos existentes ayudará a identificar con qué proveedores se pueden renegociar algunas condiciones debido a la contingencia. Primero para evitar pérdidas, después para obtener suspensiones de pago, financiamiento, descuentos, entre otras formas de flexibilidad para los pagos a proveedores. Además, hacer una revisión de todos y cada uno de los pagos que están por efectuarse, y así determinar si son prioritarios, pueden esperar o puede haber alguna alternativa de prórroga.       

3 Estar informados acerca de los planes de ayuda gubernamental. 

Mantenerse al tanto acerca de los apoyos a empresas, créditos y otros incentivos económicos que el Gobierno Federal y los gobiernos estatales están otorgando a las empresas. Existen varios ejemplos de estados que ya están implementando fondos emergentes para apoyar a empresas de sectores vulnerables en esta emergencia.    

4 Aprovechar los tiempos de gracia que ofrecen los bancos.

Diversas instituciones bancarias que ofrecen créditos a pymes están ofreciendo periodos de gracia de hasta cuatro meses, lo que permite poner una pausa en las obligaciones que algunas empresas pueden tener.