El “día cero” no llegó. El 26 de junio no se vació el Sistema Cutzamala, ni se secó el Valle de México. Tampoco se resolvieron los problemas hídricos del país. El “día cero” fue una muy buena estrategia para atraer visitas a los sitios de noticias, pero nunca una posibilidad real.
El concepto del “día cero” se refiere al momento en que un país, una ciudad o una localidad se queda sin agua suficiente para abastecer a la población. Este nunca fue un escenario probable para el Valle de México.
Pronosticado para el 26 de junio de 2024, el “día cero” refería a que los niveles de las presas del Sistema Cutzamala llegarían a niveles tan bajos que no estuvieran en condiciones de suministrar agua al Valle de México. Este es el meollo del asunto.
Aunque las presas del Cutzamala dejaran de suministrar agua al Valle de México, esto no implicaría un “día cero”. Actualmente, de acuerdo con datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), únicamente 20 % del suministro hídrico del Valle de México depende del Sistema Cutzamala. 80 % restante proviene del acuífero en el subsuelo y del sistema Lerma-Santiago. En este contexto, se ha procurado mitigar la afectación con la reposición, rehabilitación de pozos, aportaciones de volúmenes de pozos industriales, mantenimiento y construcción de plantas potabilizadoras.
Esto no significa que se haya resuelto la crisis hídrica que afecta al país desde hace ya tres años. Al 15 de junio de 2024, 87.8 % de los municipios del país enfrentan un contexto “anormalmente seco”, mientras que 73.79 % padecen algún tipo de sequía (de moderada a excepcional).
El 2 de julio se reportó por primera vez en el año una recuperación del almacenamiento de las presas del Cutzamala. Sin embargo, a pesar de las lluvias, éstas se mantienen en niveles históricamente bajos (27.3 % desde un mínimo de 26.2 %), por lo que la reducción del flujo al Valle de México persistirá. Mientras que en 2018 el Cutzamala aportó 16 mil 500 litros por segundo, actualmente el sistema suministra 6 mil 100 litros por segundo.
Existen precedentes de “días cero” a lo largo del mundo. El caso emblemático es Ciudad del Cabo, Sudáfrica. El 22 de abril de 2018 se pronosticó llegaría el “día cero”, producto de la combinación de un uso ineficiente del agua y una sequía particularmente aguda. Para prevenirlo, el gobierno de la ciudad impuso una restricción de 50 litros de agua por persona al día.
De no mejorar la situación, el gobierno planeaba restringir el acceso al agua a usos esenciales como hospitales y otra infraestructura básica, cortar el suministro a hogares y limitar el consumo por persona a 25 litros diarios, los cuales tendrían que ser recolectados en puntos de distribución. Las lluvias de 2018, así como las medidas impuestas, permitieron que hacia la segunda mitad del año la situación hubiera mejorado y las restricciones fueron levantándose gradualmente. Sobra decir que este no fue el caso del área conurbada de la Ciudad de México.
Existe una razón para ser cautelosamente optimistas. Sumado a la sequía, el fenómeno de El Niño 2023-2024 agudizó la crisis hídrica. La entrada del fenómeno inverso -La Niña- entre julio y noviembre de este año ayudará a recuperar los niveles de almacenamiento de las presas.
Publicado en Animal Político
04-07-2024