Estamos acostumbrados a escuchar todos los primeros de septiembre una lista de los logros anuales de la administración en turno. Cada año nos informan el número de kilómetros de carreteras construidos, cuántas escuelas más se hicieron, cuántos programas sociales se dieron y cuántos millones de mexicanos se beneficiaron. Pocas veces tenemos el contexto para evaluar rápidamente si esos kilómetros, esas escuelas o esos programas eran necesarios o suficientes. El informe de este año tendría que ser distinto. El país está viviendo la crisis económica más seria en los últimos 90 años. El escenario de salud es tal que The Economist sitúa al país como uno de los que ha tenido más mortalidad en exceso a lo largo de toda la pandemia, únicamente en la última semana registrada en el mapeo del diario —la del 2 de agosto— se registró un “exceso” de muertes de 76%. No hablaré del deterioro institucional y democrático que se ha vivido en el año a informar por no ser materia de estas líneas, pero no es menor y sus consecuencias serán de largo alcance.
El coronavirus ha ocupado todos los espacios en los últimos meses y si bien sin duda ha tenido un impacto brutal en la economía mexicana, no hay que olvidar que los datos ya indicaban un deterioro sustancial en los meses previos a la llegada de la pandemia. Aquí algunos datos que quizás no se den en el informe de hoy.
Entre el segundo trimestre de 2020 y el mismo periodo del año pasado, la economía mexicana se contrajo 18.7%, es la caída más pronunciada desde que se tienen datos. Pocos países tuvieron un decrecimiento tan profundo. En cifras comparables, la economía de Estados Unidos se contrajo 9.1%, la canadiense 13%. Pero veamos los meses previos, para eliminar de alguna forma el efecto del covid. Comparando los primeros trimestres de ambos años, la economía se encogió 2.2%. Durante 2019, la economía decreció 0.3%. En las últimas décadas, la producción del país había disminuido únicamente en 1995, 2001 y 2009, años particularmente complicados.
Durante el primer trimestre de este año, la inversión representó 19.6% del PIB, la cifra más baja desde 2003. La administración del presidente López Obrador lleva 21 meses de los cuales tenemos el dato de inversión para 18. De esos 18, ha habido caídas en términos anuales en 17 meses. Claro que las disminuciones en los meses de pandemia han sido más notorias, pero la caída en la inversión empezó mucho antes. El índice de inversión fija bruta en mayo es comparable al nivel que tenía en junio de 1997. En 2020, México quedó fuera del Índice de Confianza de Inversión Extranjera Directa de la consultora ATKearney, en el que se evalúa a los 25 países que más atraen y retienen capitales foráneos.
México fue uno de los países que menos apoyos fiscales dio para abordar las consecuencias económicas de la pandemia. Considerando todo lo implementando y siendo generosa con la amplitud de los programas (excluyendo las medidas monetarias), los apoyos en México llegaron apenas al 0.4% del PIB.
México vivirá este año la mayor crisis económica en casi 100 años. Pero no todo es culpa del coronavirus, gran parte de esta crisis está hecha en casa. Dudo que nos lo digan así en el informe.
Publicado por Milenio
01-09-2020