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Gastar menos no es gastar mejor

Ayer se publicaron los datos de las finanzas públicas del país correspondientes a mayo. La información al quinto mes del año muestra los esfuerzos de Hacienda para mantener la recaudación dada la baja actividad económica y da también pistas de por dónde vendrán los ajustes.

Empecemos por los ingresos. Entre enero y mayo los ingresos presupuestarios del sector público crecieron 3.7% en términos reales frente a los mismos meses del año pasado. Es una cifra relativamente positiva sobre todo dada la debilidad económica de los primeros cinco meses del año.

La recaudación tributaria en estos meses creció 8.9% —real— comparándola frente a igual periodo de 2024. En lo que corresponde al ISR, la recaudación aumentó 8.2%, superando el monto que se había calendarizado para el periodo y la correspondiente al IVA aumentó 12.5%. Este último incremento, Hacienda lo atribuye a los esfuerzos implementados en la administración tributaria y en las aduanas, vía por la que se le escapa al fisco una cantidad importante de recursos según lo ha expresado el propio secretario en diversos foros. El incremento en los ingresos por impuestos a las importaciones mayor a 38% se da, desde luego, por la misma razón y por una mejor fiscalización de las plataformas digitales.

Suena bien, pero cuando la actividad económica ha crecido menos que lo pronosticado esas cifras nos deberían al menos llamar a ciertas reflexiones. ¿Los ingresos recaudados serán ya montos “en firme”? ¿Serán sujetos de disputas hacendarias? Es más… ¿habrá posibilidad de que sigan existiendo disputas hacendarias con bajo el nuevo poder judicial?

Suponiendo sin conceder que los procedimientos se están llevando a cabo en tiempo y forma la duda es de qué tamaño son los huecos recaudatorios y todavía más relevante por qué se ha permitido su existencia tanto tiempo. Basta ver las noticias de las últimas semanas para darnos cuenta de la magnitud que tienen delitos como el huachicol fiscal. Frente a esas notas podríamos pensar que más que México necesitar una reforma fiscal necesitaría combatir el crimen organizado y atender más de un problema a la vez.

Los ingresos petroleros cayeron de forma importante, casi 24% en términos reales. El precio de la mezcla mexicana de petróleo estuvo por arriba de lo estimado por la Secretaría de Hacienda, pero la plataforma de producción no alcanzó los 1.5 millones de barriles diarios que habían sido estimados.

A pesar del incremento en los ingresos tributarios, la caída en los petroleros fue mayor. Así que en los primeros meses del año hubo en efecto más ingresos, pero por debajo de los estimados por la Secretaría.

Ahora veamos los gastos. Hasta el momento, la Secretaría de Hacienda reporta subejercicios por 224.4 mil millones de pesos, una contracción, también en términos reales, mayor a 5%. Con más ingresos y menos egresos, el balance mejora. Parte de esta disminución en los gastos se da de forma calendarizada y otra parte a través del recorte al gasto de inversión física que cae 29%, la mayor contracción desde 1995.

La inversión pública —si se hace en proyectos rentables— genera un efecto multiplicador que puede ser muy relevante en economías con el nivel de desarrollo que tiene México. Ese es, sin embargo, el rubro que pagará el ajuste del derroche de 2024. De nuevo veremos que gastar menos no es sinónimo de gastar mejor.

Publicado en El Universal

01-07-2025