En México, 49 de cada 100 personas que nacen en los hogares del grupo más bajo de la escalera social, se quedan ahí toda su vida. Esto lo revela el Informe de Movilidad Social en México 2019 del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), que también indica que la movilidad social del país es baja.
Este organismo define la movilidad social como "los cambios que experimentan las personas en su condición socioeconómica". Además, para el análisis la divide en movilidad relativa: el cambio en la posición socioeconómica de las personas respecto a la que alcanzaron sus padres; y movilidad absoluta: el cambio en el nivel de vida que existe entre distintas generaciones de todo un país o región.
Estos son algunos de los hallazgos más relevantes del estudio:
- 49 de cada 100 personas que nacen en los hogares más pobres (quintil I), se quedan ahí toda su vida. De los 51 restantes que ascienden, 25 no logran superar la línea de pobreza.
- Lo anterior significa que 74 mexicanos que nacen en quintil I, no consiguen superar la pobreza a lo largo de su vida.
- Por el contrario, 57 de cada 100 personas que nacen en los hogares más privilegiados (quintil V), se mantienen ahí el resto de su vida.
- Al menos el 48% de la desigualdad en los logros de la población mexicana se debe a que las oportunidades entre las personas no son las mismas.
- Además, a nivel regional también hay diferencias marcadas: 67 de cada 100 que nacen en el quintil I en el sur, permanecen en ese nivel; en cambio, en el norte y norte-occidente, esta cifra baja a 25 de cada 100.
- En el sur del país, al menos 45% de la desigualdad de económica es producto de la desigualdad de oportunidades. En las regiones norte y norte-occidente esta proporción es alrededor del 30%.
- En cuanto a movilidad social por género, 75 de cada 100 mujeres que nacen el quintil I no logran superar la pobreza. Este número se reduce a 71 de cada 100 para el caso de los hombres.
- Entre quienes nacen en hogares del grupo de riqueza más alto, 50 mujeres, en comparación con 57 hombres, se mantienen ahí el resto de su vida.
Por otro lado, el estudio señala que el color de piel es determinante para la movilidad social. En México, los ciudadanos con un tono de piel más oscuro experimentan menor movilidad ascendente y mayor movilidad descendente respecto a quienes tienen un tono más claro.
El informe hace también una serie de recomendaciones de política pública para ampliar e igualar las oportunidades de los mexicanos, entre las que se encuentran la mejora de la calidad del aprendizaje en las escuelas, un mercado laboral más estable y formalizado, protección social y un sistema nacional de salud universales.
Conoce el estudio completo del CEEY, aquí.