Participación de las mujeres en la economía | Recuperación económica pos-covid
¿Cómo va la recuperación económica de la #MujerEnLaEconomía?
A un año del inicio de la pandemia, las mujeres ya han recuperado su nivel de empleo. Sin embargo, la tasa de participación económica aún se encuentra un punto porcentual (pp) por debajo del nivel pre-pandemia. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publicó la actualización de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo nueva edición (ENOE-N) para el mes de mayo de 2021.
- En mayo de 2020, la tasa de participación económica de las mujeres sufrió una caída histórica: sólo 35% de ellas contaba con un trabajo o lo buscaba. Un año después esta es 44%, lo que representa una recuperación de 9 puntos porcentuales.
- Por primera vez, en mayo de 2021 el número de mujeres ocupadas rebasó el número de empleos perdidos.
- En mayo de 2021, 18% de las mujeres mayores de 15 años con potencial de entrar a la economía no trabajó ni buscó un trabajo pero aceptaría uno si se presentara la oportunidad. Esta cifra es 3 pp mayor que en el nivel pre-pandemia.
Datos disponibles en el micrositio de #MujerEnLaEconomía.
Tasa de participación económica, 2020-2021
En mayo de 2020, la tasa de participación económica de las mujeres sufrió una caída histórica: sólo el 35% de ellas contaba con un trabajo o lo buscaba. Un año después esta es de 44%, lo que significa un aumento de 9 pp y la cifra más alta desde el inicio de la pandemia.
Sin embargo, todavía es una tasa 1 pp menor al nivel prepandemia (marzo 2020), donde 45 de cada 100 mujeres mayores de 15 años trabajaban o estaban en búsqueda de un empleo. Si bien, antes de la pandemia, el porcentaje de mujeres en la economía estaba lejos de ser óptimo (el promedio de los países de la OCDE en 2019 era de 56%), esta caída en la participación femenina ocasionó un retroceso de 15 años.
Recuperación de empleos, mayo 2021
A un año del inicio de la pandemia, en mayo de 2021 las mujeres ya han recuperado su nivel de empleo. De acuerdo con lo publicado por el INEGI y tomando en cuenta únicamente a la población ocupada, el 100% de las mujeres que perdieron su empleo en abril del año pasado lo han recuperado, para los hombres es el 98%. A un año del inicio de la pandemia, las mujeres ya han recuperado su nivel de empleo.
Es decir, entre marzo y abril de 2020, poco más de 5.2 millones de mujeres perdieron su trabajo. Aunque a partir de junio de 2020, el porcentaje de mujeres que recuperaba su empleo comenzó a aumentar, fue una recuperación lenta y volátil, con algunos meses de retrocesos y otros de avances. Sin embargo, por primera vez, en mayo de 2021 el número de mujeres ocupadas rebasó el número de empleos femeninos perdidos.
Además, hasta mayo de 2021, hay 21 millones 829 mil 918 mujeres ocupadas, 47 mil mujeres más que en el periodo prepandemia, lo que representa un ligero aumento de 0.22%.
Condiciones no óptimas de empleo: subocupación, desocupación y población no económicamente activa (PNEA), 2020-2021
El INEGI clasifica a la población económicamente activa en dos grupos: la población mayor de 15 años que tiene un trabajo y la población que no han encontrado un trabajo a pesar de buscarlo.
Este último grupo, conocido como la población desocupada es uno de los indicadores utilizados para medir la brecha laboral, la cual identifica todas las condiciones no óptimas del empleo: la subocupación, así como la población desempleada y la población sin trabajo pero que estaría disponible si encontrara una oportunidad (PNEA disponible).
El primer indicador se refiere al grupo de personas que tienen la necesidad y disponibilidad de ofertar más horas de trabajo de las que realizan actualmente. Desde abril de 2020, el porcentaje de personas subocupadas ha crecido, específicamente al analizar a las mujeres ocupadas.
En mayo de 2020, las mujeres subocupadas representaron el 28% de las trabajadoras, es decir, de 17.7 millones de trabajadoras durante ese mes, casi 5 millones de ellas trabajaron menos tiempo del que tenían disponible para ofertar. Un año después, en mayo de 2021, este porcentaje disminuyó a 13% de las mujeres ocupadas (2.8 millones de mujeres), de las cuales, 46% son trabajadoras propias y 44% empleadas. Esto significa que aún hay un porcentaje alto de trabajadoras que quisiera y puede trabajar más horas, sobre todo en estos dos tipos de trabajo.
Además, vale la pena desglosar los otros dos indicadores, desocupación y PNEA disponible, los cuales están relacionados con el desempleo. La brecha laboral identifica a todas las personas mayores de 15 años con potencial de participar en el mercado laboral, por lo tanto, excluye al grupo de mujeres y hombres que no están disponibles para trabajar por restricciones en el hogar o algún impedimento físico.
En mayo de 2021, 3% de las mujeres mayores de 15 años con posibilidad de incorporarse a la economía estaban desempleadas. Esta cifra es mayor para los hombres, donde 4% de aquellos con posibilidad de trabajar no encontraron un empleo.
Si bien, estas cifras son bajas con respecto al total de personas mayores de 15 años con disponibilidad de trabajar, no necesariamente significa que el desempleo en México también es bajo, sobre todo para las mujeres.
También es importante considerar a la población que no buscó trabajo en las últimas semanas, pero aceptarían uno si se les presentara la oportunidad. En mayo de 2021, 18% de las mujeres mayores de 15 años con posibilidad de incorporarse a la economía se encontraban en la población no económicamente activa pero disponibles.
Esto representa más de 4 millones de mujeres con potencial de incorporarse a la economía si encontraran la oportunidad. En contraste, para los hombres esta cifra es 10 pp menor, con solo 8% no económicamente activos, lo que representa 2.9 millones de hombres.
Aunque la proporción de mujeres no activas pero disponibles ha disminuido en los últimos meses, aún es mayor que en marzo 2020, el nivel prepandemia. Esto se puede considerar como desempleo disfrazado, especialmente durante esta crisis económica, por la clasificación que realiza el INEGI.
En la ENOE-N, la población no económicamente activa pero disponible considera a aquellas personas ausentes temporales de una actividad, así como aquellas con necesidad o deseos de trabajar. El INEGI explica que debido a la pandemia y el cierre de los negocios, dicha población quedó fuera de la fuerza de trabajo, pero muchas podrían regresar a su trabajo próximamente.
Sin embargo, mientras estas personas no regresen se encuentran fuera de la economía. Al mismo tiempo, de no regresar a su trabajo, quedarían desocupadas o fuera del mercado laboral. Por ello se considera una condición no óptima de empleo, la cual es mayor para las mujeres.
Participación económica por entidad federativa, 2021
El INEGI también genera indicadores clave para medir la participación económica de las mujeres por entidad federativa. Aunque esta se publica de manera trimestral y no mensual, es importante revisar cuáles son las entidades con mayor y menor participación de las mujeres de tal forma que se puedan monitorear los avances o retrocesos.
Durante el 1T de 2021, Baja California Sur, Nayarit y Colima fueron las tres entidades con la mayor tasa de participación económica femenina, con 53 de cada 100 mujeres mayores de 15 años. Esto supera el nivel nacional de participación económica de las mujeres, el cual fue de 42% en ese mismo periodo.
Por otro lado, Tabasco (38%), Veracruz (35%) y Chiapas (32%) fueron las tres entidades donde menos mujeres participaron en la economía. En el caso de Chiapas, esta cifra es 10 pp menor que el nivel nacional y 21 pp menor que Baja California Sur, la entidad con mayor participación económica femenina.
México requiere estudios, datos y acciones con perspectiva de género que contemplen las causas y efectos de la participación económica y las condiciones laborales diferenciadas. Ante la crisis actual, es necesario plantear una agenda de investigación alrededor de las implicaciones de la pandemia para conocer mejor los cambios en la composición del mercado laboral, así como las barreras que enfrentan las mujeres para entrar, permanecer y crecer en la economía.
Con el objetivo de brindar evidencia para diseñar políticas públicas que beneficien a las mujeres que deciden participar en la economía, el IMCO monitorea cada mes estos datos y genera recomendaciones para identificar y cerrar las brechas de género. Consulta las propuestas en el diagnóstico IMCO: Mujer en la economía pos-covid
Te invitamos a consultar estos datos en nuestro micrositio de #MujerEnLaEconomía