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La pandemia por covid-19 ha representado retos para el sector educativo. Por un lado, asegurar el cumplimiento de las clases a distancia para los alumnos de todos los niveles, pero por el otro, se debe garantizar que los aprendizajes esperados al término del ciclo escolar se alcancen. Pese a que aún no hay cifras oficiales de la Secretaría de Educación Pública (SEP) sobre deserción escolar, es previsible que el efecto de la crisis sanitaria haya recaído en aquellos con menor acceso tecnológico como en las zonas rurales y/o en situación de pobreza.
Para Nayarit, un estado que en los últimos meses ha detectado en los estudiantes indígenas un mayor abandono escolar, es importante generar estrategias inclusivas en cara al regreso a clases en algunas localidades que, hasta hace unos días, estaba programado para este 24 de mayo, pero se pospuso por un incremento de contagios. Considerar la tasa de escolaridad en años anteriores, podría ser uno de los puntos de referencia para las autoridades educativas.
Recientemente, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) presentó los resultados del Índice de Competitividad Estatal 2021. En este, Nayarit alcanzó la posición 15 en el ranking de las 32 entidades, sin embargo, en dos de los indicadores sobre educación relacionados con la cobertura y el desempeño escolar, los resultados no fueron alentadores.
En el estado, el porcentaje de la población con estudios de secundaria alcanzó el 91%, de acuerdo con datos de la SEP, una disminución de cuatro y ocho puntos porcentuales respecto a 2019 y 2016, respectivamente. El presupuesto de egresos de Nayarit para 2019 y 2020 muestran una distribución de poco más de seis mil millones de pesos cada año para educación básica, no obstante, estos no se han visto reflejados en la alza de cobertura de la entidad.
De hecho, cuatro de cada 100 personas en el estado, mayores de 15 años, no saben leer ni escribir, según datos del Censo de Población y Vivienda 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Esto equivale a 40 mil 464 personas.
El desempeño escolar en el estado tampoco ha sido el mejor. De acuerdo con los resultados de la prueba Planea del último año, solo el 15% de los alumnos alcanzaron el nivel de desempeño III y IV en matemáticas, es decir, satisfactorio o sobresaliente. En 2018, este porcentaje era del 22%, siete puntos porcentuales por encima del actual, por lo que ocho de cada 10 niñas y niños en el estado, tienen conocimientos insuficientes en esta área, lo que podría reflejar mayores dificultades para continuar estudiando.
No hay duda que existen retos urgentes. Aunque Nayarit sobresale en algunas áreas de la educación como los años promedio de escolaridad en población de 25 años o más, donde obtiene la posición cuatro con 8.7 años, a nivel general el estado se mantiene con el mismo resultado (lugar 11) que hace tres años en el subíndice de Sociedad.
La crisis sanitaria antepone una oportunidad para garantizar que todas las niñas, niños y jóvenes aprendan al mismo ritmo bajo condiciones equitativas. Para que esto se cumpla en Nayarit y mientras la entidad regresa a semáforo verde, es necesario generar una estrategia que contemple:
- Afinar los protocolos de regreso a clases con base en la disponibilidad de docentes y personal de limpieza, así como acceso a servicios básicos, saneamiento y equipos de protección para alumnos y profesores. Asimismo, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) recomiendan aplicar pruebas aleatorias y constantes a la comunidad educativa para evitar el rebrote de casos por Covid-19.
- Generar planes de regreso escalonados de acuerdo con la densidad demográfica y número de contagios. La reapertura de escuelas debe ser paulatina, por lo que el referente podría ser el semáforo epidemiológico de cada municipio, lo que permitiría evaluar las condiciones de regreso de manera local.
- Medir y diagnosticar los aprendizajes alcanzados en el ciclo escolar para que, durante el regreso, se prioricen aquellos estudiantes que están en situación de vulnerabilidad, tienen acceso limitado a modalidades de aprendizaje a distancia y/o presentan rezago educativo importante.
- Diseñar calendarios de limpieza diarios, semanales y mensuales con las personas que se encargarán de estas tareas. Además, será importante garantizar el financiamiento en las escuelas para artículos de limpieza y saneamiento como jabón, gel antibacterial o desinfectante.