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Oportunidad de oro para el desarrollo socioemocional

El liderazgo, la autorregulación emocional o la capacidad de trabajar en equipo son destrezas cada vez más ventajosas. El desarrollo de este tipo de habilidades, conocidas como socioemocionales, encamina a las niñas, niños y jóvenes a recorridos personales más satisfactorios, pero también a trayectorias profesionales más exitosas. Aunque en el contexto educativo actual su enseñanza en las aulas está en jaque, estamos ante una oportunidad de oro.

Los aprendizajes socioemocionales que los niños adquieren hoy son las habilidades blandas que el mercado laboral les exigirá el día de mañana. El valor que los empleadores les otorgan ha aumentado. Más allá de las habilidades cognitivas o conocimientos técnicos, saber comunicarse, tener empatía o relacionarse bien con los demás son características fundamentales en un profesionista. Por lo tanto, fortalecer el desarrollo de estas habilidades es equivalente a impulsar a los líderes del futuro.

No obstante, la enseñanza de habilidades socioemocionales en México hoy enfrenta una coyuntura de doble desafío. El primero es el rastro que dejó el paso de la pandemia. Las niñas, niños y jóvenes perdieron dos años de aprendizajes académicos, pero además, el cierre prolongado de las escuelas implicó retos socioemocionales para toda la comunidad educativa. De acuerdo con el INEGI, en todos los niveles de educación se reportaron depresión, ansiedad y tensión durante la pandemia. Los efectos de estos retos desatendidos se tradujeron en un aumento en la deserción escolar y en falta de aprovechamiento académico.

De estos dos grandes desafíos resulta un escenario que se puede considerar como oportunidad de oro para enriquecer el aprendizaje socioemocional de los estudiantes, revertir el efecto de la pandemia y formar alumnos más preparados.

Desde 2017, el plan de estudios contemplaba elementos del aprendizaje socioemocional a través de una materia particular y un enfoque transversal, es decir, a través de proyectos o actividades alo largo de todas las materias del currículo. Sin embargo, el reto del aprendizaje socioemocional recae en gran medida en su implementación, y actualmente se desconoce la situación socioemocional de los estudiantes, o si los docentes cuentan con los materiales necesarios.

Este desafío preexistente se potenció con la cancelación en 2019 de la Reforma Educativa, que puso freno de mano a los avances en materia socioemocional que se hicieron en sexenios anteriores. Y además, se sumó el efecto poco trivial de la pandemia.

Actualmente, los cambios propuestos por la Secretaría de Educación Pública (SEP) en el nuevo plan de estudios no garantizan el desarrollo de habilidades socioemocionales en el alumnado. La buena noticia es que aún estamos a tiempo de convertir esta coyuntura en una oportunidad para fomentar alumnos más satisfechos en lo personal, y competitivos en lo profesional.

Para ello, es necesario que el nuevo plan de estudios incorpore elementos del diseño socioemocional de años anteriores, como el carácter transversal del aprendizaje. En segundo lugar, es clave llevar a cabo un levantamiento que tenga como objetivo identificar los principales retos socioemocionales en las aulas, para adoptar acciones aterrizadas en el nuevo plan de estudios que respondan a este diagnóstico. Y, por último, es indispensable dotar de herramientas prácticas al docente, figura clave para el desarrollo de habilidades socioemocionales en los estudiantes.

De hacerlo, se podría revertir el efecto social y emocional de la pandemia en las nuevas generaciones, pero además se estaría apostando por trayectorias personales, escolares y profesionales exitosas. Esta es una oportunidad que no se debe desaprovechar.

Publicado en Animal Político.

23-02-2023