Opinión

Paradas continuas: ¿por qué ellas viajan diferente?

Movernos de un lugar a otro dentro de la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) es complicado. Al ser la aglomeración urbana más grande de Latinoamérica que concentra a casi la quinta parte de la población mexicana, la movilidad es caótica debido al tránsito, pero también por los traslados desconectados y con altos índices de delincuencia: ocho de cada 10 personas manifestaron sentirse inseguras en el transporte público. En medio de esta complejidad, ¿cómo se mueven hombres y mujeres en la ZMVM?

Ellos tienden a realizar más viajes con un solo destino, mientras las mujeres realizan diversas paradas antes de llegar al destino final que en su mayoría están relacionadas con actividades del hogar y de cuidados. Salir a trabajar para un padre suele consistir en ir al trabajo y regresar al hogar, a diferencia de una madre que antes de llegar al trabajo lleva a sus hijos a la escuela y antes de regresar al hogar acompaña a su vecina al médico y pasa al supermercado, por mencionar un ejemplo. A esto se le conoce como movilidad de cuidados y principalmente la realizan ellas.

La Encuesta de Origen Destino en Hogares permite conocer los más de 34 millones de viajes que se realizan al día en la ZMVM. Hombres y mujeres hacen uso del transporte público en una proporción similar, sin embargo varía el tipo de transporte que utilizan, ya que ellas usan menos el metro pero realizan más viajes en taxi. Las mujeres usan el auto 1.4 menos veces que los hombres, asimismo 71% de ellas caminan en la calle como parte de su trayecto, y ellos 60%.

Entender la movilidad de cuidados permite diseñar políticas públicas que incluyan a las mujeres como el programa Hopper fare en Londres. Este se introdujo en 2016 al sistema de camiones y permite que las y los usuarios realicen viajes ilimitados durante una hora por el costo de un solo pasaje. Esto se tradujo en un servicio más accesible para las mujeres quienes además de preferirlo por tener paradas más cercanas, menos concurridas y con acceso a nivel de calle –sobretodo cuando van acompañadas o llevan las compras– les es menos costoso a pesar de necesitar hacer paradas continuas.

En México no tenemos suficiente información para profundizar en la movilidad de cuidados, solo se cuenta con la encuesta del Inegi, al ser de origen y destino, limita entender la movilidad de cuidados, ya que no se sabe cuántas paradas se hacen antes del destino final, cómo son, ni los motivos. Tampoco se conoce cuántos medios de transporte se usan para un solo recorrido ni la distancia o desglose del tiempo que les toma. Contar con esta información permitiría analizar la movilidad con lupa de género para atender las necesidades diferenciadas en los traslados diarios.

Los estados pueden jugar un papel clave para alcanzar una movilidad más inclusiva, para ello hay que empezar por medir y entender los patrones de traslado diferenciado a nivel local. 

Con la recién publicada Ley General de Movilidad y Seguridad Vial, que además de reducir accidentes viales prioriza los traslados de personas, en especial aquellas en situación de vulnerabilidad en condiciones de igualdad e inclusión, las entidades federativas tienen la obligación de actualizar y armonizar su legislación local para finales de 2022. El 1 de agosto, el Congreso de la Ciudad de México dio inicio al parlamento abierto Las personas al centro y la movilidad al frente. La Ciudad de México, al ser la mayor proporción de la ZMVM, puede marcar pauta para atender este gran reto de movilidad en el área y construir espacios de movilidad inclusivos, accesibles, seguros y de encuentro para la ciudadanía.

Publicado en La-Lista.

03-08-2022