Tres de cada 10 mexicanas no están de acuerdo con que las madres trabajen fuera del hogar, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh) 2021 del Inegi. Este dato refleja que entre mujeres existe un estigma hacia las madres que tienen un trabajo remunerado. El porcentaje de mujeres con hijos que tienen un empleo creció un punto porcentual entre 2011 y 2021, pasó de 42% a 43% en la última década.
Y la mayoría de las mujeres opina que tanto mujeres como hombres deben ser responsables del cuidado de los hijos (91%) y de las tareas de la casa (86%). Pero en la práctica, la realidad es otra: las mujeres dedican 2.6 veces más tiempo al trabajo del hogar y de cuidados en comparación con los hombres, proporción que está lejos de alcanzar una corresponsabilidad de cuidados.
Aunado a las condiciones laborales y el tiempo limitado que enfrentan las madres que tienen un empleo, se suma la opinión de lo que su entorno piensa que ellas deberían hacer. Los roles de género tradicionales, que marcan que las mujeres deberían cuidar a los hijos, acentúan la carga desproporcionada de cuidados hacia ellas y representan una barrera para su permanencia en el mercado laboral. Estas opiniones ponen a las madres y a las futuras mamás en una encrucijada sobre qué deberían hacer. No hay respuesta correcta, más que lo que ellas decidan. Decisión que no debería tener una opinión de la sociedad que la desacredite.
La buena noticia es que se ve un cambio generacional en esta percepción, entre más jóvenes son las mujeres, mayor proporción de ellas coincide con que las madres tengan un empleo. Mientras 60% de las mujeres entre 55 a 64 años y 51% de las mujeres mayores de 64 años están de acuerdo con que las madres trabajen, este porcentaje aumenta al 84% entre las mujeres jóvenes de 15 a 24 años. Lo que se podría traducir en que las nuevas generaciones de madres permanezcan en el mercado laboral en un futuro.
De acuerdo con un estudio realizado por la Escuela de Negocios de Harvard, las hijas que tienen madres con empleo remunerado son más propensas a seguir el ejemplo y a trabajar cuando sean adultas y es más probable que alcancen puestos de supervisión y obtengan mayores ingresos. En cuanto a los hijos, ellos dedican más tiempo a los cuidados cuando son mayores en comparación con aquellos que crecieron con madres dedicadas al hogar.
Las madres que trabajan rompen estereotipos de género en el hogar y en los centros de trabajo, ellas son un modelo a seguir para otras madres y mujeres que deseen serlo en un futuro.
Publicado en La-Lista.
07-09-2022