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Combatir la corrupción: ¿espejismo o realidad?

La lucha contra la corrupción en México lleva una década estancada. Esto revela, una vez más, Transparencia Internacional en su Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) 2019.

México obtuvo una calificación de 29 sobre 100 puntos en el nivel de corrupción percibido dentro del sector público, donde 0 es altamente corrupto y 100 es muy limpio. Esto representa un ligero aumento con respecto a 2018, donde el índice arrojó una calificación de 28 sobre 100, el resultado más bajo en 18 años.

El trabajo realizado por Transparencia Internacional ha sido fundamental para visibilizar y abordar el tema de la corrupción. El IPC ha proporcionado elementos para que la lucha contra la corrupción sea incorporada en reformas gubernamentales e iniciativas de política pública.

Sin embargo, la presencia de corrupción no siempre se puede medir de manera precisa y tampoco existe una noción única de cuáles son los actos corruptos. Por lo tanto, la percepción de corrupción puede arrojar resultados mixtos, pues es más sensible a escándalos, investigaciones periodísticas, reputación del Gobierno o discursos políticos. Complementar esta variable con otras mediciones es muy útil para identificar el panorama completo.

La percepción de corrupción también refleja la frustración, enojo o descontento con el Gobierno, lo que la convierte en un elemento fundamental en la evaluación del desempeño gubernamental y, posteriormente, en información para tomar una decisión electoral.

Con base en los resultados del IPC 2019, ¿podemos concluir que la corrupción en México ha disminuido? La respuesta no es clara.

Si los actos de corrupción disminuyen significativamente, la percepción de corrupción también disminuye. Sin embargo, si la atención pública está centrada en el discurso anticorrupción del Gobierno, la percepción de corrupción puede disminuir sin que necesariamente exista un verdadero combate contra este problema.

Es un hecho que la corrupción en México sigue presente. Las acciones para detectar, sancionar y disuadir la corrupción han sido insuficientes. El Índice de Capacidad de Combate a la Corrupción 2019 (CCC) ubicó a México en la posición número 6 de los 8 países de América Latina evaluados.

Hasta ahora, no hay una estrategia institucional, integral y nacional, para combatir la corrupción. Tampoco se han fortalecido los instrumentos judiciales y fiscales para recuperar activos robados, reparar daños a víctimas y desmantelar las redes de corrupción existentes.

El presidente Andrés Manuel López Obrador considera el combate a la corrupción como uno de sus principales emblemas. Hoy tiene una oportunidad única de materializar esta promesa y generar resultados. Es un gran pendiente con el país, con la democracia, pero sobre todo, con la ciudadanía.

El gobierno debe hacerle frente a este problema de tal manera que impacte positivamente en las personas, su seguridad y protección. Aún es pronto para señalar el rumbo, sin embargo, la percepción de corrupción es engañosa: en un momento puede jugar a tu favor y en otro puede perjudicarte.

Publicado por Animal Político
24-01-2020