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El estado de la seguridad y la nutrición en el mundo 2018, vía FAO

Por tercer año consecutivo, hay más hambre en el mundo. En 2017, el número de personas subalimentadas aumentó hasta los 821 millones, desde los 804 millones que había en 2016. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), se trata de los niveles que había hace casi una década. 

El reporte El estado de la seguridad y la nutrición en el mundo 2018, de la FAO, fue realizado con el fin de dar seguimiento a los progresos para erradicar tanto el hambre como la malnutrición en el mundo. Para su elaboración, la organización recabó datos por medio de sus miembros para después pasarlos a un proceso de validación por el equipo de asesoramiento superior. El documento final fue sometido a un examen técnico efectuado por directivos y expertos de las diferentes divisiones y departamentos de cada uno de los cinco organismos de la ONU.
Estos son algunos de los hallazgos más relevantes del informe:

  • Se estima que en 2017, la subalimentación afectó al 10.9% de la población mundial, lo cual no augura un buen pronóstico para su erradicación en los próximos años.
  • Los conflictos, la variabilidad y las condiciones extremas del clima se encuentran entre los factores clave del reciente aumento del hambre en el mundo.
  • África es el continente con mayor prevalencia de subalimentación, que afecta a casi el 21% de la población (más de 256 millones de personas).

  • Aunque la desnutrición infantil sigue disminuyendo, casi 151 millones de niños durante sus primeros seis meses de vida aún eran afectados por retraso de crecimiento en 2017.
  • El escaso acceso a los alimentos contribuye al bajo peso al nacer, emaciación en la niñez (peso bajo para la estatura) y anemia en las mujeres en edad reproductiva.
  • En contraste, la obesidad en adultos continúa a la alza, ya que en 2017 más de uno de cada ocho adultos es obeso (más de 672 millones) . En muchos países, esta situación se presenta en conjunto con la desnutrición.
  • La obesidad adulta más elevada se da en América del Norte, con una tasa de crecimiento que es también la más elevada. Aunque África y Asia continúan con las tasas más bajas de obesidad, puede observarse también una tendencia al alza.
  • El costo más alto de alimentos nutritivos y el estrés que significa vivir con inseguridad alimentaria representa un riesgo más alto de sobrepeso y obesidad.

Sobre América Latina, el reporte señala lo siguiente:

  • A pesar de reducir su índice de retraso de crecimiento, América Latina y el Caribe experimentó una alza en su tasa de sobrepeso en niños.

  • En América del Sur la prevalencia de la subalimentación aumentó del 4,7% en 2014 al 5,0% proyectado en 2017.
  • La emaciación afecta a uno de cada 100 niños menores de cinco años en la región, mientras que regiones como Asia y Oceanía tuvieron casi uno de cada diez niños afectados.
  • Al igual que pasa en el resto del mundo, en América Latina los hombres de entre 10 a 19 años son quienes presentan mayores niveles de delgadez, la cual está ligada con riesgo más alto de enfermedades infecciosas, retraso madurativo y menor fortaleza muscular.


Con base en los resultados encontrados en el estudio, la FAO propone que se deben acelerar y ampliar las acciones para responder ante las condiciones extremas de clima, así como exigir una mayor financiación para reducir y evitar riesgos relacionados con el cambio climático. 
Consulta el informe completo de El estado de la seguridad y la nutrición en el mundo 2018.