Tlaxcala es uno de los estados más pequeños en el país. Solo la Ciudad de México es más pequeña en superficie. La entidad no alcanza los 4 mil kilómetros cuadrados y no llega al millón y medio de habitantes. Quizás por eso no sorprende que su aportación al PIB nacional sea pequeña, 0.6% con los datos más recientes.
Sin embargo, esos datos macroecómicos le son poco relevantes a los tlaxcaltecas. Sin importar el tamaño del estado o su contribución al PIB, la ciudadanía quiere ver mejoría en sus condiciones de vida. Los datos que inciden en la vida que llevan los que ahí habitan va más allá del PIB estatal o del número de habitantes. Están más relacionados con las oportunidades, la calidad de los espacios públicos, las facilidades de salud y educativas en la entidad y tantas cosas más.
Por eso, en el Índice de Competitividad Estatal, el IMCO evalúa 72 variables, muchas relacionadas directamente con la calidad de vida, con el desarrollo, con el progreso de los habitantes de cada estado. En ese sentido, la situación de Tlaxcala, desafortunadamente no ha mejorado.
Tlaxcala se ha ubicado en la parte baja de la tabla en el Índice. Normalmente su posición fluctuaba entre el lugar 22 y el 26, pero en la última edición del Índice se ubicó en el lugar 28 de las 32 entidades del país. Más allá del número absoluto o de la posición en la que se encontró, lo que llama la atención es el deterioro en variables claves para la ciudadanía. Han bajado múltiples posiciones en temas tan relevantes como la seguridad pública o los relacionados con la educación o la salud.
El tema más preocupante de Tlaxcala está relacionado con el estado de derecho y la seguridad de sus habitantes. Empeoró en el número de homicidios, secuestros, robo de vehículos y en los costos de los delitos. En cuanto al número de secuestros bajó 21 posiciones para ubicarse ahora en el lugar 28. Un descenso que no puede más que ilustrar la magnitud del deterioro. También perdió cuatro posiciones en la percepción de seguridad, en el porcentaje de la población adulta que se siente segura en el estado. Pocas cosas afectan más el bienestar de la población como no sentirse seguro donde uno vive.
Pero no ha sido la única área en la que Tlaxcala ha empeorado. También bajó 13 posiciones en el rendimiento académico que tienen los jóvenes tlaxcaltecas. La cobertura educativa, que se refiere a la tasa bruta de escolarización en nivel secundaria, bajó tres posiciones y los grados de escolaridad no solo se encuentran por debajo del promedio nacional, sino que empeoraron también tres lugares. Las mujeres tlaxcaltecas participan de forma importante en la economía del estado, 39% de ellas lo hacen, cerca del promedio nacional, pero el estado no es referente en equidad salarial, de hecho, se ubica en la posición 26 de las 32 entidades.
El PIB per cápita, es decir, por persona, del estado empeoró dos posiciones, ubicándose en 63,884 pesos en la posición 31, al final de la lista. Su producción ha tenido una tasa de crecimiento negativa lo que refleja la imperiosa necesidad de revitalizar la economía y los esquemas productivos del estado.
Desde luego, no todo son sombras. Hay algunas luces. Un avance relevante se dio en la disminución de la mortalidad infantil. Mejoró también la diversificación de la economía, aunque todavía se encuentra en la parte baja de la tabla.
Tlaxcala es un estado pequeño, pero eso no lo debería de privar de avances en su desarrollo. El Índice de Competitividad Estatal proporciona una herramienta que puede ser de utilidad para los ciudadanos y para aquellos que deseen ocupar un cargo público para enfocar sus esfuerzos y establecer sus prioridades. Los tlaxcaltecas lo merecen.
Publicado en Animal Político
13-05-2021
