Opinión

Alternativas de educación para aumentar el capital humano

FOTO: ROGELIO MORALES /CUARTOSCURO.COM

Hay diferentes caminos para acumular capital humano, sin embargo, los estudios de educación superior ofrecen el ejemplo más concreto sobre cómo un mayor desarrollo de habilidades deriva en mejores condiciones laborales. Un mayor capital humano, definido por el Banco Mundial como el conocimiento, las habilidades y la salud que las personas acumulan a lo largo de sus vidas, aumenta la probabilidad de que las personas tengan acceso a empleos mejor remunerados y de mejor calidad. Esto representa, en cierto sentido, una caja de herramientas que facilita la construcción de mejores oportunidades y mejores condiciones laborales.

Impulsar que más jóvenes obtengan una educación universitaria es y será una gran apuesta para México. Solo al pasar de un nivel de escolaridad media superior a  superior, la informalidad se reduce hasta en 50%, mientras que el ingreso promedio aumenta 67 por ciento. Estos beneficios económicos auguran mejores rendimientos futuros. No cabe duda alguna: seguir estudiando es una buena inversión.

De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020, en México únicamente dos de cada 10 personas cuentan con educación superior. ¿Qué pasa con las otras ocho personas? No todas quieren y/o pueden acceder a ella. Pero la universidad no es el único camino para adquirir habilidades de calidad qué ofrecer al mercado laboral formal. El sistema educativo debe ofrecer distintas salidas de crecimiento profesional, además de una licenciatura.

Las carreras técnicas, la formación para el trabajo, así como los cursos y capacitaciones en línea, son otras vías de desarrollo del talento. Estos últimos crecieron de manera acelerada durante la pandemia, un cambio que llegó para quedarse. Estas alternativas educativas tienen la ventaja de ser más cortas y ofrecer mayor flexibilidad, características que pueden ser benéficas y compatibles con las necesidades de los jóvenes, que se vieron alteradas a raíz de la pandemia de covid-19.

También es necesario que las organizaciones reconozcan estas alternativas de educación continua, y no penalicen a quienes las busquen, pues muchas de ellas cuentan con certificaciones necesarias y cada vez obtienen mayor prestigio. Ante el aumento de la demanda en el mercado laboral por habilidades relacionadas con ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (o STEM, por sus siglas en inglés) han crecido las alternativas educativas para atenderla. Un ejemplo reciente son las Escuelas de Código del gobierno de Ciudad de México, que en alianza con Google México, ofrecen una certificación gratuita para aprender a programar.

Como sociedad es necesario no perder el foco del desarrollo y aprendizaje de habilidades para así construir un país competitivo, capaz de retener el talento y la inversión. Existen otras opciones educativas, además de la universidad, que permiten que las personas continúen su educación y adquieran habilidades para tener acceso a mejores oportunidades económicas.

El reto está en garantizar que los programas y capacitaciones sean de alta calidad. Y aunque no sean de largo plazo, que cuenten con la capacidad de cubrir los conocimientos necesarios para el desarrollo profesional. El contexto de la recuperación económica es una excelente oportunidad para repensar y replantear tanto la oferta educativa como la demanda de habilidades en el mercado laboral. Sería un error dejarla pasar.

Publicado en El Economista.

12-04-2022