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Comisión incómoda

La reforma energética aprobada en el 2008 decidió democráticamente entre dos visiones alternativas sobre cómo asegurar que la riqueza petrolera produzca el máximo valor posible para sus propietarios: las generaciones presentes y futuras de mexicanos. La visión que triunfó fue la de un diseño institucional de toma de decisiones.

Esto es, un sistema de contrapesos al interior del propio gobierno.

El principal contrapeso que creó la reforma fue un órgano regulador con el mandato de vigilar y regular las actividades de exploración y producción de hidrocarburos. Específicamente, la ley le encarga a la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) asegurarse de que los proyectos de Pemex incorporen los criterios técnicos y tecnológicos que permitan la recuperación máxima de gas y petróleo, que se repongan las reservas, se preserve el medio ambiente, se cuide la seguridad industrial y se reduzca al mínimo la quema y venteo. Para que pueda cumplir con esas funciones, la ley le da a la CNH atribuciones muy amplias. Basta recorrer la lista para constatar que el propósito de la ley es contar con un regulador de peso. Los informes, resoluciones y sanciones que hasta ahora ha producido la CNH han resultado en situaciones incómodas para Pemex. En su corta existencia, la Comisión ha cuestionado la viabilidad técnica y financiera de Chicontepec, pidiendo que se replantee el proyecto. También ha cuestionado las estimaciones del valor de las reservas no probadas y ha impuesto sanciones a Pemex por incumplimiento tanto de normas de venteo y quema de gas, como por entrega extemporánea de información.

Quien lea con cuidado las resoluciones y los documentos de soporte técnico que publica la Comisión en su portal de Internet, podrá darse cuenta de que la postura crítica de la Comisión da señales de estar cumpliendo con su mandato legal. En el caso particular de Chicontepec, los reportes de la Comisión aportan evidencia de que el éxito económico de ese vital proyecto depende de cambios drásticos de los que no ha habido indicio hasta la fecha.
También está por verse si tendrán efecto los señalamientos de la Comisión sobre las estimaciones de las reservas probables y posibles, así como el efecto que tendrán las sanciones por incumplimiento.

Si las resoluciones y sanciones de la CNH tienen un impacto visible sobre las críticas deficiencias que señala, tendremos razones para pensar que el sistema de contrapesos está funcionando. De lo contrario, tendremos buenas razones para pensar que la CNH no pasa de ser una Comisión incómoda.