La tendencia de relocalización de cadenas productivas hacia lugares cercanos a los mercados finales y con alianzas fuertes tomó fuerza después de la crisis de 2020 como una respuesta al panorama internacional adverso e incierto. En este contexto, México es un destino atractivo para las empresas que buscan participar en el mercado norteamericano, dada su cercanía con Estados Unidos y Canadá en términos geográficos y también económicos, bajo el marco del T-MEC. Pero, ¿cómo saber si el nearshoring ha tenido efectos concretos en la economía mexicana en los últimos años?
Más allá de los muchos anuncios de intenciones de inversión en el país por parte de grandes empresas internacionales, que pueden tardar años en concretarse (si es que lo hacen), una manera útil para identificar cambios provocados por el nearshoring es revisar los datos sobre la inversión que se recibe desde otros países.
Sin embargo, no basta mirar únicamente el dato de la inversión extranjera directa (IED) total. Sería exagerado suponer que todos los recursos que se reciben actualmente tiene que ver con el fenómeno de relocalización. En vez de ello, con un análisis de los datos desagregados según los sectores económicos involucrados, se puede distinguir aquellas actividades más relacionadas con el nearshoring y observar los cambios en los montos de inversión recibidos recientemente.
A partir de este criterio, el IMCO analizó la IED recibida por un grupo de 57 ramas industriales donde un incremento en la IED es mucho más indicativo de un impacto específico del nearshoring. En su mayoría, se trata precisamente de industrias que forman parte de cadenas de producción globales, como la fabricación de autos y camiones, así como de autopartes y componentes electrónicos. En conjunto, estos sectores aportaron uno de cada 10 pesos del PIB en 2021 y concentraron más de una quinta parte de la IED recibida en 2022.
Los resultados del estudio dejan claro que el nearshoring está impulsando la captación de inversión en México. Durante los primeros nueve meses de 2023, los sectores relacionados con esta tendencia de relocalización recibieron 47% más IED que lo observado en el mismo periodo de 2022. Con ello, mostraron un mejor desempeño que el resto de sectores económicos y estimularon la atracción de inversión durante el año pasado.
Pero no solo fueron buenas noticias las que resultaron de esta investigación. Como era de esperarse, el impulso de la relocalización está ocurriendo en mayor medida en ciertos estados del centro y norte del país, como Aguascalientes y Nuevo León, a diferencia de otras entidades del sur como Oaxaca o Veracruz. No sorprende que la IED se esté yendo a las entidades que típicamente han captado la mayor parte de estos recursos, dado que tienen condiciones más propicias para atraer y retener inversión, pero es preocupante que esta tendencia se mantenga y aumente con el nearshoring. Sobre todo, considerando que uno de los objetivos del gobierno actual es que las entidades más rezagadas puedan aprovechar el contexto favorable y reducir las brechas regionales.
Sin duda, con el nearshoring se abre una ventana de oportunidad, pero hasta ahora parece estar sucediendo sólo para algunas entidades del país. El riesgo de profundizar las disparidades regionales y el rezago en que ya se encuentra buena parte del territorio, viene de la mano de esa oportunidad.
Publicado en Animal Político.
01-02-2024