Fallas en el mercado laboral alejan al talento extranjero

FOTO: OMAR MARTÍNEZ

En un mundo cada vez más globalizado, pareciera que México es un destino poco atractivo para el talento. Según un reporte reciente de la OCDE sobre regiones y ciudades, nuestro país es el que aloja menos extranjeros de todos países analizados en el continente americano. En 2019, solo 0.7% de la población en México había nacido en otro país. Esta cifra es relativamente baja en comparación con Colombia (4%), Chile (8%), Estados Unidos (13%) y Canadá (16%).

Ni el clima templado en la mayoría del año, ni las playas, ni la calidez de las personas, ni la comida mexicana han sido suficientes para que más extranjeros decidan echar raíces en México. ¿Por qué?

Una de las claves para entender este dato podría estar en la dificultad que enfrentan los migrantes para integrarse al mercado laboral. En el mismo reporte, se observa un contraste en la proporción de extranjeros que están empleados. Mientras que en nuestro país 49% de las personas nacidas en el extranjero tenía un empleo en 2019, en Colombia esta proporción fue de 65% y en Chile de 75%.

Si para los hombres migrantes es complicado conseguir empleo, para las mujeres en dicha situación está peor. Mientras que los mexicanos de nacimiento mostraron en 2019 una brecha de género de 30 puntos porcentuales, para la población extranjera esta brecha ascendió a 53. Ser mujer con otra nacionalidad en México no es cosa fácil.

Hay varias razones que podrían explicar la falta de oportunidades laborales para las personas migrantes. Una de ellas está relacionada con los propios desafíos del mercado laboral mexicano que han expulsado incluso a su propia población: empleos insuficientes, altos niveles de informalidad y bajos salarios, situación que afecta aún más a las mujeres.

Otra razón es que nuestra legislación levanta barreras que limitan el potencial del talento internacional. El artículo 32 de la Constitución marca que “los mexicanos serán preferidos a los extranjeros en igualdad de circunstancias, para toda clase de concesiones y para todos los empleos”. Algo que refuerza la Ley Federal del Trabajo en el artículo 7 donde dice que “en toda empresa o establecimiento, el patrón deberá emplear un noventa por ciento de trabajadores mexicanos, por lo menos.” ¿Cuál es el incentivo para contratar extranjeros si la ley lo limita?

Por último, existe una percepción que dificulta la integración de los extranjeros. Al menos en 2017, casi un cuarto de la población creía que cuando hay desempleo se le debía de negar trabajo a las personas extranjeras. Tal vez esta respuesta se desprende como un mecanismo de defensa ante la escasez de oportunidades laborales de calidad.

Ya sea por desafíos económicos, normativos o culturales, los extranjeros no han enfrentado un panorama alentador para conseguir empleo y establecerse en nuestro país. Esta situación es cada vez más relevante, pues se ha observado un incremento acelerado en las solicitudes de refugio desde 2020. ¿Qué pasará con esas personas si se quedan atrapadas en México? ¿Cómo les podríamos ofrecer un futuro mejor?

Un país no puede ser competitivo si no es atractivo para el talento. Crear programas con perspectiva de género para aprovechar el talento internacional podría tener beneficios económicos, sociales y culturales en donde ganemos todas y todos.

*Las opiniones expresadas en esta columna son responsabilidad de la autora y no representan la postura institucional.

Publicado en Expansión.

22-11-2022