La recuperación del empleo en 2021 se enfrentó a
insuficiencia, informalidad y pobreza laboral
A casi dos años del inicio de la crisis ocasionada por la llegada de la pandemia a México, el mercado laboral mexicano muestra claras señales de recuperación continua. Sin embargo, se debe tener en cuenta que la recuperación no sólo es un tema de cantidad de empleos creados, sino que es igualmente importante la calidad de sus condiciones laborales. Por ello, en el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) analizamos algunas características del empleo generado durante el año pasado, así como la suficiencia de los mismos.
Los datos muestran que persisten problemas como la falta de empleos y el incremento de la informalidad, que generan una mayor vulnerabilidad en los trabajadores del país e impiden tener un mercado laboral más competitivo.
Los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del último trimestre de 2021 revelaron algunos puntos importantes sobre el desempeño del mercado laboral en el año:
- En 2021 el mercado laboral mantuvo una tendencia de recuperación y sumó 3.5 millones de empleos. El aumento fue paritario, ya que el 47% de los trabajos generados correspondió a mujeres y 53% a hombres.
- Sólo en el último trimestre del año la población ocupada agregó 774 mil 981 trabajadores, a pesar de la desaceleración de la economía mexicana en el periodo (cuando el PIB se estancó respecto al trimestre anterior).
- Al comparar con la situación del empleo antes del inicio de la pandemia, en el 1T2020, la población ocupada ya es 2.8% mayor. Sin embargo, en 5 estados (Tabasco, Morelos, Sinaloa, Veracruz y Guerrero) la población ocupada sigue siendo menor a la observada a inicios de 2020.
- 23.6% de la fuerza laboral potencial se enfrentó a insuficiencia en el empleo: 11.3% tenía disponibilidad de tiempo pero no motivación para buscarlo, 9.1% tuvo empleo con menos horas laborales que las deseadas y 3.2% buscó empleo de manera activa sin encontrarlo. Aunque el nivel de esa brecha laboral representa un avance respecto a lo observado en el 4T2020, cuando abarcaba a 30.3% de la fuerza laboral potencial, sigue siendo mayor al nivel pre-pandemia, debido a una recuperación que aún enfrenta retos.
En 2021 la informalidad impulsó la recuperación de los empleos, y al cierre del año 31.6 millones de trabajadores (55.8% del total) fueron informales, sin acceso a derechos laborales plenos, beneficios y prestaciones y condiciones adecuadas para trabajar. El problema fue más grave en Puebla, Veracruz, Hidalgo, Tlaxcala, Chiapas, Guerrero y Oaxaca, más de 70% de la población ocupada tiene un empleo informal. Más de 80% de los trabajadores en las actividades agropecuarias o los servicios diversos son informales. De la mano de la informalidad, los trabajadores en los sectores con menor calidad del empleo perciben menores ingresos por su trabajo.Además de la falta de derechos laborales, por cada $100 pesos que un trabajador formal gana por sus labores, uno informal percibe sólo $55. Sin embargo, en entidades como Oaxaca, CDMX, Campeche o Puebla los trabajadores informales ganan 50% o menos de lo que un trabajador formal gana.
- En el 4T2021 40.3% de la población del país se encontró en pobreza laboral, esto debido a bajos ingresos laborales que fueron insuficientes en el hogar para cubrir el costo de una canasta alimentaria básica para cada uno de los miembros del mismo
- 22 de cada 100 trabajadores informales tuvieron ingresos laborales menores al valor de esa canasta alimentaria, gracias a la diferencia entre retribuciones laborales entre formales e informales. En contraste, los trabajadores formales enfrentaron condiciones drásticamente diferentes y sólo 1 de cada 100 empleados formales tuvo recursos laborales insuficientes.
La persistencia de la informalidad que afecta a más de la mitad de la población ocupada, la falta de empleo que se refleja en la insuficiencia laboral que enfrenta 23.6% de la fuerza laboral del país y los menores ingresos percibidos no sólo por trabajadores informales sino por la población ocupada de mujeres generan una mayor vulnerabilidad en los trabajadores del país y da un golpe a la competitividad al estar relacionada con un menor potencial de desarrollo profesional. Ante la vulnerabilidad laboral, la falta de prestaciones y beneficios y la menor disponibilidad de cursos e instrumentos para mejorar sus habilidades, los trabajadores informales tienen dificultades para mejorar su nivel de productividad, lo cual repercute en la competitividad de la economía y limita el crecimiento económico.
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