La información publicada hace algunos días por el INEGI mostró que, en 2021, la economía mexicana creció 5% respecto a 2020, tasa insuficiente para compensar la caída de (-)8.5% observada en 2020. Al cierre del año pasado el PIB no logró recuperar su nivel prepandemia, y tampoco el pico histórico observado en 2018. Aunque en el 4T2021, el PIB nacional alcanzó un nivel similar al observado en el 3T2016, el PIB per cápita -que mide la cantidad promedio de recursos económicos por habitante del país- muestra un retroceso mayor, y tiene un nivel similar al observado en el 1T2014.
Por su parte, el empleo en México cerró el año con un incremento de 3.5 millones de puestos, de los cuales 62% fueron informales y 38% formales; 3.7% de la población económicamente activa estuvo en desocupación. Al interior del mercado laboral, los puestos de trabajo asegurados ante el IMSS -puestos formales con cumplimiento de los derechos laborales plenos- incrementaron en 846 mil 416 trabajadores. El desempeño al inicio de 2022 fue el mejor desde 2018: en ene-2022, el registro del IMSS incrementó en 142 mil 271. Además, la generación en febrero de casi 179 mil puestos formales[1] habría sido la mejor para ese mes en el registro.
A pesar de la recuperación de los empleos en 2021, la misma tendencia no se observó en los ingresos laborales, los cuales cerraron el último trimestre del año en un nivel similar al observado en el 4T2020 (de $6 mil 285 pesos por mes[2]. Además, aunque esos ingresos laborales promedio de la población ocupada iniciaron el 2021 en un nivel de $6 mil 515 pesos por mes, a lo largo del año mostraron disminuciones trimestrales.
A finales de 2021 e inicios de 2022, la inflación -que afecta directamente el poder adquisitivo de la población- mostró niveles elevados y se mantuvieron fuera del rango objetivo establecido por Banxico de 3% (+/- 1%). En enero 2022, la inflación fue de 7.07% anual (el onceavo mes fuera de rango) y reflejó incrementos fuera del rango anual tanto para el componente subyacente (6.21%) como para el no subyacente, que toma en cuenta bienes más volátiles como los energéticos y los agropecuarios (9.68%).
La información más reciente muestra que, en el 3T2021, la inversión (uno de los motores más importantes de la economía) alcanzó un nivel equivalente al 20.4% del PIB; fue la proporción más alta desde el 3T2019. La mayor parte de la inversión fue privada (representó 17.3% del PIB), mientras que la pública fue equivalente a 3.1% del PIB. En el 3T2021 la inversión mostró un crecimiento de 19.6% anual y 5.6% trimestral.
[1] Reportada en conferencia matutina por el Presidente López Obrador.
[2] Precios constantes de 1T2020.