Opinión

La importancia de ser votadas

FOTO: ELIZABETH RUIZ/CUARTOSCURO.COM

Por: Fernanda García, coordinadora de Sociedad Incluyente y Ana Lambarri, investigadora de Gobierno y Finanzas

Los congresos locales hacen más que redactar y aprobar leyes. Son parte sustancial de un sistema democrático y en ellos se representan los intereses de la ciudadanía: aprueban el presupuesto del estado, vigilan los recursos públicos, aprueban o rechazan reformas a la Constitución y sirven como contrapeso para los poderes estatales.

Contar con mujeres en los congresos es fundamental para aumentar la discusión de la agenda femenina e impulsar perspectiva de género que reconozca las necesidades diferenciadas entre mujeres y hombres, así como contribuir a cerrar las brechas que permean diversos ámbitos públicos y privados como en oportunidades laborales y salariales, movilidad, anticorrupción, entre otros.

Este domingo se celebraron elecciones en seis entidades, pero solo Quintana Roo renovará su Congreso local y sus resultados están pendientes, por lo que tendremos que esperar para conocer su reconfiguración. El Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) analizó la composición de los congresos en su Informe legislativo 2022 y encontró que las elecciones del 6 de junio de 2021 han sido las más importantes en cuanto a temas de paridad de género. Del total de mil 063 congresistas electos, 53% son mujeres y 47% son hombres. El país cuenta con paridad en 26 de 32 congresos, lo cual implica un cambio trascendental en cuanto al incremento de diputadas.

Estas son buenas noticias porque la representación y diversidad en el Congreso son parteaguas para enriquecer nuestras leyes y políticas públicas. Sin embargo, el camino por el que llegan al Congreso también importa, así como el aprovechamiento de su experiencia y conocimientos.

De las 566 congresistas electas, 57% se eligieron a través del principio de mayoría relativa (MR), el resto de ellas fueron por representación proporcional (RP). Cuando un congresista es electo por MR, gana por el voto directo en un distrito electoral. De lo contrario, la persona es seleccionada de manera indirecta a través de las listas del partido político en específico. En resumen, se vota por la persona o por el partido.

La RP funciona como equilibrio para promover mayor diversidad dentro de nuestros congresos, sobre todo de partidos pequeños, así como para distribuir el poder entre partidos. Esto se debe a la cuota de género que establece el artículo 41 constitucional a los partidos para garantizar paridad entre mujeres y hombres en sus candidaturas, 50% de sus candidaturas por MR, así como alterar entre mujeres y hombres en las listas para la RP. Es decir, los hombres siguen ganando a través del voto y la representación de mujeres se compensa por el “ajuste” que permite la RP.

Hay avances que merecen reconocimiento, pero existe una agenda pendiente con nuestras congresistas. Gracias al principio de RP el día de hoy contamos con más mujeres dentro de los congresos locales, sin embargo, lo que sigue es que las mujeres lleguen a los congresos a través de la elección y no por la cuota.

El que una mujer sea elegida a través de una competencia directa deja ver que la participación política de las mujeres ha aumentado al atraer talento que incrementa la competitividad de los partidos. En pocas palabras, ser votada es un reflejo de que las preferencias del electorado van más allá del género. Para así concentrarnos en la agenda y propuestas de la candidatura, un gran logro para nuestra democracia. Sería de esperar que en estas y futuras elecciones, las mujeres sean elegidas por voto directo y no solo por una cuota.