Investigación

La pandemia invisible: el trabajo no remunerado

Cocinar, lavar ropa, hacer limpieza, comprar alimentos, mantener la casa y cuidar niños, entre otras, son actividades necesarias que se realizan a diario en los hogares. A pesar de no tener un precio asignado cuando las ejecutan las y los miembros del hogar, estas tienen un valor económico y conllevan un costo de oportunidad, pues representan la cantidad de tiempo invertido y dinero que una persona podría haber obtenido en el mercado laboral u otra actividad productiva.

Por ello, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) mide cada año el valor económico del trabajo no remunerado que las personas de 12 años o más realizan en sus hogares, y calcula su participación equivalente en la economía nacional. 

¿Cuál fue el valor de las tareas domésticas y de cuidados en 2020?

En 2020, las tareas del hogar y de cuidado ejecutadas por la población de 12 años o más tuvieron un valor que asciende a 6.4 billones de pesos, equivalente a 27.6% del PIB.  Esta cifra es similar a lo que aportaron la Ciudad de México y el Estado de México al PIB nacional en 2019 (25%).

El confinamiento derivó en una mayor demanda de tareas de este tipo, lo cual se refleja en un cambio de cinco puntos porcentuales del valor económico del trabajo no remunerado entre 2019 y 2020: el mayor cambio anual desde 2003. 

¿Cómo se refleja el impacto de la pandemia en la dinámica de los hogares?

En el primer año de la pandemia, la participación tanto de hombres como de mujeres en el valor económico del trabajo no remunerado de los hogares incrementó. La participación masculina en actividades como la preparación de alimentos y el mantenimiento de la vivienda, ropa y calzado aumentó más que la femenina. A pesar de este cambio, las actividades domésticas y de cuidado recaen desproporcionadamente sobre las mujeres: en 2020, ellas aportaron 2.7 veces más valor económico por este tipo de labores que ellos.

¿Cuánto vale el trabajo no remunerado en la economía mexicana? 

Si el trabajo no remunerado fuera un sector, sería el más grande del país por su valor económico. La estimación para 2020 fue 47% mayor que el valor del sector comercio y cinco veces más grande que el sector transporte. 

¿El estado civil de las mujeres pesa en la carga de trabajo no remunerado?

Las estructuras familiares están en constante evolución. Aunque cada vez están más lejos del estándar tradicional donde el hombre es quien provee el ingreso y la mujer es la ama de casa, en muchos casos aún permea la norma social que señala a las mujeres como responsables de las labores domésticas y de cuidado. Al analizar los datos por estado civil, las mujeres casadas aportan casi la mitad del valor económico del trabajo no remunerado de los hogares, en comparación no solo con los hombres casados (16%) sino también con las mujeres solteras (25%).

Medir el valor de las actividades domésticas y de cuidados no remuneradas permite dimensionar su importancia y visibilizar la carga desigual que enfrentan las mujeres al desempeñar la mayoría de este tipo de tareas. Al ejecutarlas se reduce su tiempo disponible para participar en trabajos remunerados, desarrollarse profesionalmente o dedicar tiempo para recibir educación. 

En México, las mujeres representan solo 39% de la fuerza laboral, una de las tasas más bajas entre países de la OCDE. No obstante, incrementar la representación de mujeres en el mercado laboral tendría beneficios económicos. El IMCO estimó que el PIB del país podría crecer 15% en los próximos 10 años si se suman a 8.2 millones trabajadoras para el año 2030.  Para ello es necesario retomar la discusión sobre la creación del Sistema Nacional de Cuidados, acompañado de presupuesto público para su implementación, así como de acciones que impulsen la redistribución del trabajo no remunerado al interior de los hogares, por ejemplo a través de licencias de paternidad. Para hacer que México sea un país más competitivo en el que más mujeres alcancen una autonomía económica.