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Los cuatro jinetes del Apocalipsis

FOTO: GABRIELA PÉREZ MONTIEL / CUARTOSCURO.COM

La semana pasada, en una sesión del Parlamento Europeo, el eurodiputado Esteban González Pons refería que el mundo se enfrenta a los cuatro jinetes del apocalipsis: el COVID-19, el desempleo, el populismo y la mentira. Tiene razón. Pero no estamos completamente desarmados para enfrentarlos. Tenemos instituciones que deben servir como hospitales de la democracia.

El coronavirus sigue generando miles de contagios en el mundo. Golpea con la misma fuerza a los sistemas de salud, a la economía mundial y a los sistemas políticos. Embestida tras embestida, el número de muertos sigue al alza y el aparto público federal de México reacciona lento. ¿Dónde estaban cuando esta contingencia requería liderazgo y rapidez?

Se supo que China construyó un hospital en 10 días, acá la prioridad es la construcción del Aeropuerto de Santa Lucía, de la Refinería de Dos Bocas o armar un escándalo internacional por el desempeño del Gobierno de México en el acuerdo de estabilización petrolera en la OPEP+. Al mismo tiempo, no hubo actividad por varias semanas en el Congreso de la Unión ni en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (afortunadamente ya sesionó de forma virtual). Cuando más se requiere de información, el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales también había dejado de sesionar, entre muchos otros casos.

El COVID-19 y una deficiente política pública económica y laboral ocasionaron que, en 25 días, se perdieran más de 346 mil empleos. En este corto periodo se borraron los empleos generados en el país durante todo 2019. Entonces, ¿quién se preocupa por las personas afectadas?

El paquete de ayudas anunciado por el Gobierno federal está lejos de resolver el problema. De acuerdo con el Informe Semestral de la región de América Latina y el Caribe del Banco Mundial, México es de los poquísimos países en los que el paquete de estímulos fiscales no llega al 1% de su PIB; similar al anunciado por Honduras y por debajo de Belice o Jamaica. En contraste, Chile o Perú anunciaron estímulos fiscales cercanos al 6% de su PIB.

¿Qué pasará si no se tiene la ayuda necesaria? El desempleo y la pobreza, potenciados por el virus, seguirán golpeando la salud y la economía de los mexicanos. La ayuda debe ir encaminada primero a los trabajadores más vulnerables, pero inmediatamente después a las empresas que los emplean y evitar el cierre de los centros de trabajo.

Que las instituciones públicas funcionen adecuadamente en una pandemia no es un lujo, es un servicio esencial. Requerimos de un Gobierno que ejecute, de un Congreso que cuestione y de jueces que resuelvan. Al virus se le combate con ciencia y responsabilidad, al desempleo con políticas fiscales, laborales y económicas que tengan una justa dimensión del problema. Al populismo con propuestas que realmente resuelvan los problemas; y a la mentira con la información verídica.

Tiene también razón el diputado español cuando dice que los muertos no deben ser héroes sino víctimas. De nada sirve un Gobierno honesto si es incapaz. Ante esta crisis, la democracia y las instituciones deben ser un poderoso instrumento para combatir a los jinetes del apocalipsis.

P.D. Es tiempo de actuar y cooperar. Si puedes, #QuédateEnCasa.

Publicado por El Sol de México
21-04-2020